29 de enero de 2015

Bueno, vi Doce años de esclavitud, en el cable, claro. Me indignó, así como la de Tarantino me fascinó y me pareció fabulosa en muchos sentidos. No comento la relación de la película con el libro que la inspiró, digamos, una "slave narrative" de alguien secuestrado en el Norte que era negro libre hasta ese momento. El mismo principio que hoy la trata de personas. La película está bien trabajada, en general, incluso Benedict Cumberbatch (que me encanta) como "amo bueno" y Fassbender (otro que me gusta) como "amo malo"... Pero es indignante: hay una visión de la docilidad como la forma de sobrevivir y de los grupos de esclavos como nada organizados ni rebeldes que se parece peligrosamente a la visión de la esclavitud que según Howard Zinn y otros es la "oficial"..., la que siempre se quiso imponer. La forma de defenderse del protagonista es solamente individual: yo estoy aquí injustamente (porque era libre, o sea ¿los demás no están aquí injustamente porque sí son esclavos?, digo yo), tengo que demostrarlo y cuando lo demuestre, gané... La única protesta contra la "Justicia" que lo arregla todo está en los carteles del final, donde se dice que aunque el protagonista (sorry, no me acuerdo los nombres) no pudo nunca meter en la cárcel a sus secuestradores, la justicia no lo permitió. ¡¡Y, gran cosa, ayudó al Tren Subterráneo!! Pero es la única mención de las muchas resistencias de los esclavos que nunca se hacían públicas. Ninguna otra. Alguna charla con alguna mujer que llora como resistencia y consigue que la vendan, claro... La historia de Patsy, la torturada "preferida" del "amo malo" es terrible y está en todas las "slave narratives" que leí... ¿Ella cómo va a zafar de lo que le pasa? ¿No era mejor aceptar matarla, como ella le pide? En fin..., si se va a contar la esclavitud tiene que haber algo de visión un poco más amplia. No me sorprende que haya ganado el Oscar. Para nada.

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