6 de septiembre de 2015


Como hubo quién preguntó, cuento. Ese momento es cuando yo hablaba (no sé por qué pregunta o cómo llegué ahí, algo sobre lecturas, sobre la sorpresa que son ciertas lecturas para los escritores y sobre cómo está bien que cada lector piense lo que quiera sobre lo que lee...) de algo que me pasó con el Rafa, el personaje que no quiero en El año de la Vaca. Una vez, en una escuela maravillosa de San Fco Solano a la que fui, me dijeron cuál de esos personajes querían ser... y yo estaba tranquila hasta que un pibe me dice que quiere ser Rafa (ahí va el gesto) y a mí me pareció terrible y pensé inmediatamente, qué había hecho mal ..., porque no quisiera que nadie... fuera o deseara ser Rafa, el bruto, el que persigue a los débiles, el que hace el bullying, para darle un nombre de moda. Entonces, medio horrorizada, le pregunto por qué quiere ser Rafa. Y él me dice que si fuera Rafa otros le tendrían miedo a él y no él a esos otros. Eso me cerró. Y me dolió, pero entendí. De eso se trata esa foto aunque podría ser, como dijo mi amiga María Cristina Pinto, un olvido, yo me olvido de todo en todas partes. De paso, me olvidé el teléfono por un instante en una mesa del vestíbulo del hotel y me lo devolvieron, por suerte.

No hay comentarios: