14 de abril de 2016



Ayer como no había nada en el cable normal..., que es lo que más me gusta ver, usamos Netflix (para mí es nuevo... y apenas si lo hicimos tres veces hasta ahora) y vimos una película, No Escape, con Owen Wilson y Pierce Brosnan. Un esquema que ya conozco y que, a diferencia de otros, me alegra que exista pero que implica una toma de posición... falsa, absurda. Al principio y al final de la película se cuenta la situación en la que se mete, en algún lugar del Sudeste asiático, una familia estadounidense... una situación en la que hay una rebelión y quieren matar a todos los extranjeros. La situación es: les robaron el agua. Las empresas a las que pertenece el padre de esa familia y que están protegidas por los gobiernos inglés y estadounidense (representados por el agente que hace Brosnan, un personaje que tiene las mejores líneas), dieron préstamos, y después... No lo digo, en la película se explica en la mejor escena de todas. El asunto es que entre la primera conversación sobre corporaciones y la última, en la que se dice con claridad lo que pasa y se afirma que los atacantes también están protegiendo a sus propios hijos, todo es la familia unida contra los salvajes cuyas palabras no se entienden... En fin... Pero me alegra que algo haga que agreguen esas escenas de explicación..., a mí me alegra. Significa que hay más conciencia..., que hay un cambio en el famoso "sentido común".

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