27 de abril de 2016

Otoño 2016
El otoño
clava su puñal verdeamarillo
en las veredas
y el puñal se derrite,
se deshace en oro, en cobre, en hielo.
¿Por qué siempre
me cuesta tanto
mirar al frío a los ojos?
El aire duele
su dolor lerdo
en los pulmones
y las voces que quise
acechan
en los cajones,
entre las cartas,
los papeles, las recetas.
Es tan poco, tan poco
lo que quiero.
Apenas un rincón tibio
en que sentarme
y un recuerdo blando,
un recuerdo bueno.

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