El byb de Nápoles a mí me gustó (después del espanto del hotelito de Roma, horrendo (nos entraron dos borrachos en la pieza, nada menos), era un paraíso. Pero había que subir no 3 pisos sino 7 por escalera, con las valijas, porque era de esos edificios antiguos muy, muy altos. O sea que bajábamos una vez y tratábamos de no volver hasta que era de noche. Y nos contagiamos de la ropa colgada en las calles..., lo hicimos también en la pieza cuando lavé a mano (no había lavarropas y eran cosas lavables..., eso me resultó muy divertido. Como si la ropa colgada fuera arte. Y yo creo que lo era. Las calles, nuestro interior de la habitación y el patio del byb en la anhelada y lejana planta baja.