22 de marzo de 2017

Ayer, Demolition, con un actor que me gusta como actor y también físicamente, Jake Gyllehaal (o como se escriba, la verdad es que es un apellido complicado) y Naomi Watts, además del genio de Chris Cooper. Me encantó la película. Con ese apellido, esperaba una historia depresiva pero es todo lo contrario y la máscara del personaje, durísima y tensa y fría como el hielo al principio, se va a aflojando hasta convertirse en belleza, en alegría, y también en tristeza. Ese cambio es el centro del relato y la forma de contarlo es perfecta para lo que se cuenta, incluyendo el montaje, realmente bueno. Una sorpresa.

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