8 de marzo de 2017

Ayer terminamos de ver (grabada porque terminó en enero, cuando no estábamos, y la vimos en el cable, no en Netflix) Stan Lee's Lucky Man. Me encantó. Una: me gusta mucho el protagonista, James Nesbit, al que vimos en otra serie Monroe, donde era cirujano del cerebro, creo. Dos: el espíritu de historieta está en todas partes, desde las tomas a los colores patinados, desde los personajes bastante unívocos a las escenas en las que el protagonista está a un pelo de morir y se salva porque tiene la suerte en la muñeca, en el brazalete mágico; en esa mezcla de tipo bueno y enamorado y tipo inteligente y adicto al juego; en el ritmo rápido pero no imposible, como acostumbran a hacer los ingleses. Y me encantaron las críticas al imperialismo inglés que se cuelan de tanto en tanto (el opio en China es un legado inglés..., se dice con otras palabras). La primera temporada me pareció excelente. La pasé realmente bien...

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