3 de diciembre de 2020

 Hace un tiempo, Odi se ganó en "La autopista del Sur" unos meses de Mubi.  El sistema me gusta: eso de tener muy pocas en cada momento dado e irlas cambiando constantemente. Así es fácil recorrer el sitio y elegir pero no es lo nuestro: las películas son todas muy..., no sé, muy raras, muy intelectuales, muy exóticas. Muy para un gusto más refinado que el mío, lo confieso. Como siempre le dije a mi amiga Mónica Espina, yo necesito una historia. Sin eso..., no entro. Al rato, me mudo rápidamente a algún lugar que me la ofrezca. A menos que la cosa sea tan deslumbrante (deslumbrante no intelectualmente sino en cuanto a los sentidos)  que por un rato, me satisfaga solamente ese brillo. Entiendo el valor de ciertas películas que no tienen nada de eso, entiendo la revolución que implican, sí, pero no las disfruto. No por nada me gusta el cine estadounidense. No estoy diciendo  que así debe ser, para nada. Al contrario: es una confesión. No me gusta eso. Me aburro con facilidad. Así que vi muy poco de la plataforma. Creo que esta que voy a comentar ahora es la tercera que veo en más de un mes. Ninguna me pareció increíble ni me voló la cabeza. Esta se llama "And Then There Were None" y es una versión que hizo René Claire de Los diez indiecitos de Agatha Christie. La filmó en Hollywood, en inglés con actores y actrices que yo no conozco para nada. Me gustó: tiene un humor y una fotografía impactante en blanco negro y eso me pareció interesante, sobre todo sumado a cierta elisión de lo muy gore que es una marca de época (1945). Los diálogos son interesantes y giran, en gran parte, sobre el 

 "¿qué está pasando?" y sobre la relación de lo que sucede con cierta idea de la justicia por mano propia y las culpas pasadas. Me gustó que el final dejara la puerta abierta a juventud. Y por la canción de los Diez Indiecitos, me acordé de algo que pienso cada tanto: nosotros, en castellano, hacemos canciones en las que se va sumando uno, canciones infinitas ("cuatro elefantes se balanceaban sobre la tela de una araña, y como veían que resistía, fueron a llamar a otro elefante, cinco elefantes..." y así hasta el infinito); en cambio, en inglés, ese tipo de canción suele empezar en diez y restar hasta llegar al límite, el cero, una canción con final; nosotros decimos "buscar algo" y ellos "encontrar"... Raro. Con respecto a eso, el símbolo de las estatuas rotas de los indiecitos tiene una contundencia muy de René Claire. Una película anticuada y deliciosa.

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