17 de marzo de 2018

Ayer fue un día raro y largo. Yo me siento de vacaciones cuando pasamos por una parte de Buenos Aires que desconozco y de la que tengo cero recuerdos. Fuimos desde casa hacia Monroe al 3300 o algo así a dejar algo en un service y pasamos por calles como Mosconi que yo, según creo, no pisé nunca y por calles arboladas de un barrio absolutamente virgen para mí, según Odi, Coughlan o como se escriba..., eso fue muy lindo. Después tomamos Congreso lo más rápido que pudimos y tratamos (y conseguimos) llegar a tiempo a ver "El hilo fantasma" de Anderson, con Daniel Day-Lewis (la película entera, la función empezada). Odi, que es más sensible que yo (y eso es mucho decir) a la lentitud en las películas, no se divirtió mucho. A mí, me gustó. Sin entusiasmo. Pero, en este caso, no por la lentitud (no la sentí mucho, el trabajo de los actores era tan inmenso que me convenció bastante en ese sentido) sino sobre todo porque lo que al principio me pareció una metáfora de algo (hasta cierto punto podría haber sido casi una idea del arte la de ese modisto terriblemente obsesivo y rutinario), terminó siendo, para mí, un retrato psicológico de una relación muy especial. Y ese tipo de relato me interesa infinitamente menos que el otro, el más social. En las antípodas de los críticos de Página 12 (¿cuándo no?), me gustaron mucho más las películas corales de Anderson, esencialmente Magnolia, esa pintura del Sur estadounidense donde por primera vez vi trabajar realmente bien a Tom Cruise. Petróleo Sangriento tenía el problema del dinero en el centro, por encima y alrededor de las relaciones de familia, y por eso me resultó muy buena. Esta, donde la clase social es lo que importa, me parece que deja todo eso al costado para hablar sobre todo sobre necesidades humanas complementarias..., casos interesantes de humanidad... O sea..., sí, la verdad es que vale la pena (creo que Anderson siempre es interesantes) pero es un cachitito demasiado europea para mi gusto. Day-Lewis..., impecable, enorme, como siempre. No vi la película del amigo Churchill porque el personaje me es insoportable desde todo punto de vista pero, aunque Gary Oldman me pareció soberbio en las colas, Day-Lewis se merecía un premio por esto, lo haya recibido o no (no estoy muy al día sobre los premios)...

No hay comentarios: