Cross, final (pero en mi caso interrumpido). Odi terminó Cross. Yo no. Los primeros capítulos me gustaron pero en el esquema general, solamente eran para pintar al protagonista como detective negro. El resto era el tipo de historia que no quiero ver, que me niego a ver. Una historia con una mujer torturada durante semanas, alguien a quien el malo cambia profundamente en lo físico, con dolor, para que se parezca a otra. La esculpe, la cosifica absolutamente. Horrendo. Así que me fui. Los primeros capítulos eran pura promesa. Después se convirtió en la versión cruel de esa comedia espantosa cuyo nombre no recuerdo, en la que, en otro tono, una chica "fabrica" a un chico. Ufff.
15 de octubre de 2025
8 de octubre de 2025
Slow Horses.
Segunda temporada. Otra serie que nos
encanta y que vemos capítulo a capítulo (aunque no nos queda muy claro qué día
suben cada capítulo). Es una serie bien inglesa, sobre el MI5, pero sobre un
departamento con espías medio dejados de lado, de segunda (por eso el título:
Caballos lentos), algo parecido a otra que nos encantó, Department Q. La
primera nos fascinó, todo ese ambiente decadente y sobre todo no tanto los
casos sino las relaciones humanas entre los distintos miembros del “equipo” o
“departamento”, que se atacan, se burlan, se maltratan a veces pero en el
fondo, tienen lazos profundos entre sí, incluso con el jefe que hace Gary
Oldman y que es terrible, agudo, muy mal educado y solo y sin embargo… La
segunda, que también están poniendo capítulo a capítulo, nos parece tan brutal,
tan emocionante, tan interesante como la primera. El primer capítulo transcurre
todo de noche, y la iluminación es inolvidable…
TASK. Último capítulo visto (no de la temporada). HBO. Qué maravilla es TASK, una de esas series que son lo contrario de las que me olvido enseguida…, como Atrapados, que es la última que comenté. La estamos viendo capítulo a capítulo, despacio, cuando la ponen, domingo a domingo o un día después, como en tiempos de GOT, que debe haber sido una de las pocas de fantasía que vi con Odi de principio a fin. No hay duda de que el canal/plataforma que más series inolvidables tuvo para mí fue HBO. El último capítulo fue tan tenso, y tan…, tan emocionante. En esta parte, se encuentran por fin los dos personajes que se plantean en el centro de la historia ya desde el flyer o póster (me gusta mucho más esa palabra). Y lo que se ve ahí son sus diferencias (uno ateo y uno creyente y ex cura), uno del lado de la “ley” y otro ladrón pero en un estilo casi…, casi defendible. Los dos “buenas personas” en un sentido amplio y no pacato ni tonto. Los dos metidos en un camino que no parece tener otra salida que el choque y la muerte para los dos o para alguno.
Diálogos perfectos, llenos de algo que de a ratos parece poesía y al mismo tiempo llenos de aparente espontaneidad, como en la buena literatura. Los conflictos están a flor de piel y terminan dentro de la mente de una. Mark Ruffalo (que es un actor que siempre me conmovió) y Tom Pelphrey (que no estoy segura de haber visto antes, pero puede ser), uno mejor que el otro pero todos los demás también, incluso el nene alrededor de quien pasa gran parte del miedo y de la lucha. Ah, y el paisaje, el paisaje es parte de la historia en todo sentido, por ejemplo en la escena más terrible de este capítulo donde hay un campamento, y el agua, y el espanto. Es un enorme placer verlaCaught, Atrapados. Netflix. La terminamos ayer… Por un lado, no teníamos grandes expectativas, ya vimos varias de las que se basan en los libros de Harlan Coben. Que me perdonen pero Coben es como Agatha Christie: las novelas son muy parecidas. Christie fue mi primera escritora de adultos (no de libro largo, eso no, esos fueron Verne y Salgari, y mi amor fue Salgari, Verne no tanto), y leí muchos libros seguidos de ella cuando era muy chica, no sé, doce, tal vez menos. Al final, ya sabía quién era el culpable no porque investigara las claves (nunca fui muy analítica, nunca fui buena para los enigmas y adivinanzas) sino porque ya le había captado la historia principal y sabía dónde mirar. Coben es igual, muchas décadas después. Odi adivinó bastante pronto quién era el culpable principal. Yo no, porque no era eso lo que estaba siguiendo, pero entiendo el mecanismo. Tal vez porque escribe historias que pueden transcurrir en cualquier parte (sin conexión verdadera con la naturaleza, con el paisaje) y por eso se hacen series sobre sus historias en todas partes, desde Europa del Este a todo el continente americano.
Esta es una más, que transcurre en Bariloche (el paisaje en verano –en invierno no, porque la única vez que fui lo odié--, reconocible para quien fue varias veces fue un plus para mí, pero no se rozaba con la historia), con actores argentinos. Como siempre en Coben: la cuestión es entre familias de clase alta o media alta y hay mucho de psicología y una historia de reencuentro entre dos que se habían separado y que funciona como el “lado positivo” del espanto del crimen. ¿Sueno poco entusiasta? A ver, hay suspenso, tiene sentido en el final, las vueltas de tuerca están más o menos bien planteadas, todo eso…, es estándar. Soledad Villamil trabaja muy bien y hay varios actores más que también están a la altura. Hay algunos que no, o no del todo, tal vez porque es nuestra lengua y es más fácil ver lo falso así. Como a veces en las producciones argentinas de este tipo (digo, no artesanales, más…, “mainstream”, industriales), lo peor para mí son los diálogos…, que se descuidan constantemente y desafinan, se vuelven falsos muchas veces. Todo eso es para decir que, para mí, es hasta ahí pero también es cierto que no la dejamos (como hicimos con varias en estos días desde que dejamos House of Guinness). Para pasar el rato
House of Guinness. Netflix. Una serie de 8 capítulos (que realmente no terminó para nada, calculo que tendrá que haber una segunda temporada, no pueden haber dejado la historia más arriba) sobre la familia Guiness cuando muere el fundador de la cervecería y empiezan los hermanos que quedan (tres varones y una mujer) empiezan a exportar a EEUU y se van haciendo realmente ricos e importantes.
Es de los mismos creadores de Peaky Blinders y se le nota. Hay un uso de letras como en esa serie que me encantó (si no les gustó esa, esta seguramente tampoco) para aclarar, en este caso, cuánto valen hoy las cantidades que dicen de entonces… (y es muchísimo más, por supuesto). Hay una serie de tomas y del manejo del tiempo y del suspenso y de la forma de tratar la imagen que recuerda mucho a esa otra serie y es realmente impresionante de a ratos (por ejemplo, cuando la hija viaja por el campo y ve tumbas y tumbas y tumbas, y uno se pregunta qué pasó hasta que aclaran que todo eso fue por la hambruna de la papa (esto es Irlanda). Está lleno de detalles sobre la lucha de Irlanda contra los británicos y el odio entre las religiones (los Guiness son católicos y hay algunos que están en lo que después va a ser el IRA). Está el problema de todos los gays en tiempos como esos (fines del siglo XIX). Y el de las mujeres, que no pueden tener poder aunque se lo merezcan más que algunos varones. Y mucho más… Las cuestiones de familia son importantes y las relaciones entre hermanos también. Es oscura, hermosa en cuanto a la imagen, terrible en muchos sentidos y está muy, muy bien trabajada.
29 de septiembre de 2025
Task. Capítulo
de esta semana. La serie no baja de
nivel. Este capítulo fue emocionante, absolutamente imposible de dejar y todo,
desde el paisaje hasta las actuaciones y las tomas, está cuidado para producir
exactamente eso. En cuanto a la cuestión del suspenso, en el cuarto episodio,
pareciera que una entiende una cosa esencial…, aunque todo puede cambiar por
supuesto. El drama de la cuestión de la adopción tiene un tratamiento realmente
adulto que me conmueve (conozco casos que salieron profundamente bien y otros que
no, conozco amores profundos y odios de la misma profundidad, y es un tema que
no recorro mucho pero que aquí está agravado por la cuestión del racismo (lo
mismo podría pasar aquí, pasó incluso en parientes algo lejanos pero parientes
al fin). Lo mejor que vimos en mucho tiempo, eso y la nueva temporada de Slow Horses de la que no digo nada
porque por ahora vimos solamente un capítulo.
27 de septiembre de 2025
Hoy, después de meses largos (cosa que lamento enormemente), nos fuimos al cine, a Avellaneda, a ver "Una batalla tras otra" de Paul Anderson, con Dicaprio y Sean Penn.
Es una película extraña en ese lugar extraño y peligroso que es la frontera EEUU/México. Tiene un tono intencionalmente mestizo, para mí muy interesante, en otra frontera múltiple entre la acción, el drama y la comedia, con énfasis en la comedia pero no. Esa ambigüedad es una de sus cualidades. Hay "héroes", digamos pero también hay personajes realmente esperpénticos, como el de Sean Penn, el "malo", que representa a la derecha de los EEUU, a los supremacistas blancos y a los militares pero también hay momentos esperpénticos en el personaje de DiCaprio, uno de los protagonistas, quizás el principal. Parte de ese tono extraño que cuesta situar tiene que ver con la música, que es sorprendente, y permanente. Al principio, por ahí me pareció un poco demasiado constante pero al final, fue como si la necesitara.La historia es larga, tiene etapas que podrían dividirse en capítulos por el lugar en el que pasan, con una división central entre una primera parte, en la que hay un parto y una bebé, y una segunda, en la que esa bebé tiene quince, dieciséis años. En ese tiempo, la historia se va espesando, haciendo más y más interesante y emocionante. Creo que el clímax, en una carretera en la que ruta sube y baja colinas es..., bueno, impresionante. A mí, me dieron ganas de pararme (no lo hice, por supuesto). Me pareció casi intolerable el suspenso mientras tres autos importantes se van buscando y finalmente encontrando.
Los temas centrales son el racismo (ah, y bien tratado, con diálogos imperdibles que me gustaría haber anotado), la injusticia, la revolución, y, eso sí, la paternidad (de maternidad no se dice mucho, ahí tal vez hay algo que reafirma el problema que tuvo siempre la cultura WASP --White Anglo Saxon Protestant-- con la cuestión de la "madre").
Qué bueno volver al cine de la mejor manera. Tengo ganas de volver a verla y pensarla un poco más.
23 de septiembre de 2025
Los loros. Antes, tuvimos palomas en nuestra palmera y yo las quería mucho (sé que hay muchos que no las quieren). Eran palomas torcazas y todavía hay algunas. Mi gata (que ahora, a los quince años, ya no lo hace) subía por ese árbol enorme y traía alguna en la boca. Hasta que se fueron. Ahora hay loros, sobre todo, cotorras verdes y hermosas que bajan a veces y a veces, lo pagan con la vida. A mí me gusta oírlos y sobre todo verlos. El verde es uno de mis colores favoritos y me encanta ver cómo se avisan cuando oyen a los caranchos (otros visitantes ilustres del barrio, que amo por eso, porque está lleno de verde y pájaros). Estas son fotos de estos días, en mi arbolito que después tiene hermosas flores púrpuras, y en los nidos que en el pino enorme que cruzo seguido a cuatro cuadras, donde se ven con claridad. En mi palmera no los veo, están escondidos entre las hojas, muy arriba.
Yo le hablo y algunas veces, me dejan fotografiarlos. Estas imágenes son de los últimos días.22 de septiembre de 2025
Blood of my Blood. Star plus. Capítulo 4, creo… La sigo viendo una vez por semana después de que ponen el siguiente capítulo. Los capítulos 2 y 3 no me dijeron mucho aunque veo parte del universo de Outlander, el machismo y la rebeldía y la obediencia a los “señores” entre los escoceses antes de Claire y Jaime, el enfrentamiento con los ingleses y la cultura en general (comidas, matrimonios, supervivencia, etc, etc).
El capítulo 4 fue… impresionante. Hubo de todo, sobre todo alrededor de una de las MacKenzie, una mujer pelirroja que tiene un amorío con uno de los enemigos de su familia (los Grant), a la que someten a un “examen” de su “virtud” está intacta (es decir si es virgen). Esa escena y todo lo anterior, la alianza inesperada entre mujeres, el espanto de la ceremonia con la chica entre hombres, casi desnuda, aguantando lo que sucede, la tensión impresionante…, valió la pena. Espero el próximo capítulo con ganas y así…, puedo esperar la última temporada de Outlander.21 de septiembre de 2025
The Penguin.
Netflix. La vemos hace un tiempito.
Es…, bueno, impresionante. A mí nunca me gustó Batman ni nada relacionado con
él aunque vi algunas de las películas. Y no me gustan sus villanos aunque me di
cuenta de lo excelente que era el planteo de The Joker, pero ese lugar negrísimo y terrible no es algo que
aprecie demasiado. Esta se parece sobre todo a la del Joker…, en cuanto a la oscuridad absoluta que reina en esa ciudad
Gótica (que se parece, sobre todo, a Nueva York o alguna otra ciudad de EEUU
enorme y desangelada). Y lo que nos gusta del planteo (además de todo lo
técnico y las actuaciones y las tomas y la fotografía, digo, lo que no tiene
que ver con la historia pero sí tiene que ver) es que una, uno termina por
tener bastante empatía con los “malos” porque ahí casi todos están de ese lado
(por lo menos de la ley y de la ética: nada de lo que hacen es rebeldía, es
solo el intento por ser más de lo que son cuando empiezan), casi porque está el
adolescente que es en cierto modo el eje alrededor del que gira todo. Y porque
la capa mafia Sofía es un personaje que se va volviendo cada vez más
interesante, más intenso, más impresionante y que tiene pasados ocultos,
terribles, en los que es, sobre todo, una víctima. De Colin Farrell, que
siempre me enamoró, no puedo más que decir que es otra persona, es…,
claramente, su personaje, desde lo físico en adelante. Una gran serie, sin
lugar a dudas…, aunque a mí me gustaría algo más de rebeldía en las víctimas,
algo más de esperanza pero bueno, esa soy yo.
17 de septiembre de 2025
Godland. (Magis) Bueno, yo quería ir a verla al cine (con miedo porque a veces mis opiniones son tan opuestas a las de los críticos de Página 12 que si ellos ponen 9, yo me acuerdo de ese horror que fue para mí Policía Adjetivo y de otras por el estilo… y me da miedo arriesgarme) pero no lo hicimos. Por fin la vimos en la tele…, en dos veces (es larga y tiene como dos partes), una película islandesa con imágenes impresionantes. Es el viaje de un pastor (claramente protestante) que va de Dinamarca a Islandia y decide cruzar la isla (en verano) y no ir por mar hasta el lugar donde va a armar una iglesia. Primero es el viaje. Y en el viaje, en el siglo XIX, todo es paisaje, paisaje solitario, sin un árbol, verde y duro y difícil, con ríos terriblemente difíciles de cruzar. Esa primera parte parece inmóvil como si avanzar fuera imposible en ese lugar lejos del universo humano… Y es lenta, sí, pero muy impresionante. Al mismo tiempo, el guion muestra el empecinamiento, la fortaleza del hombre que sigue y sigue adelante, a pesar de todo. Y su relación tensa con el guía de Islandia. La segunda parte es en el lugar al que llegan, junto al mar, donde ya hay familias asentadas y él dirige la construcción de la iglesia. Y ahí los conflictos se vuelven cada vez más humanos y menos naturales aunque la naturaleza sigue marcando su importancia, y es imposible no considerarla. Esa parte es más violenta todavía y lo que pasa (no voy a espoilear) parece casi una maldición inevitable. Me pareció extraordinaria la forma en que con esos elementos (y muy pocas palabras), se pueda tejer una historia poderosa. Y me emocionó la forma en que funciona la fotografía en todo esto, porque el hombre lleva una cámara enorme que utiliza para sacar fotos y la forma en que se cruzan caballos (unos caballos petisitos y muy peludos por el frío) y seres humanos. La película es impresionante y toca (de costado pero con mucha inteligencia) la cuestión del colonialismo danés, y de la necesidad de quedarse o volver a casa según de qué personaje se trate.
https://www.imdb.com/es/title/tt19623228/mediaviewer/rm1766200577/?ref_=tt_ov_i
16 de septiembre de 2025
Acabo de enterarme de lo de Robert Redford, al que yo hubiera considerado un genio (además de hermoso) aunque solo hubiera filmado solamente ese documental fabuloso y justo y terrible sobre Leonard Peltier (¡cuánto me alegro que lo haya visto libre cuando lo indultó Biden!).
Un recuerdo solamente:Hace mucho tiempo, yo tendría más menos dieciocho, diecinueve, un día de enorme, enorme tristeza porque estaba sola, porque no veía nada adelante, yo salí de ver no me acuerdo qué película. En esos tiempos, el cine era tan importante para mí como ahora, tal vez más. Iba sola. Y de pronto, cuando salí al mundo (con un sol que me pareció imposiblemente frío), decidí algo que nunca había hecho y no sé si volví a hacer. Tenía que volver a casa y preparar algo para la Facultad, no me acuerdo exactamente qué. Pero pasé frente al cine Lorca (que nunca me gustó como cine pero recuerdo por ese día) y vi que daban "El golpe". Fui hasta un teléfono público, avisé que no volvía enseguida y me vi esa segunda película. No quería volver al mundo..., y estaba segura de que esa historia iba a gustarme, más por Redford que por Paul Newman, que nunca me atrajo tanto. Y me hizo bien. Salí más tranquila, más esperanzada, más..., no sé, más contenta. En esos años en que nunca era verano para mí (el verano es mi estación preferida), salí más entera. Gracias por eso y por tanto, Robert.
14 de septiembre de 2025
Gone for Good. Netflix. Es una miniserie corta policial, con todas las vueltas típicas de las basadas en Harlan Coben…, que en cierto modo (igual que Agatha Christie) tiene un esquema más o menos repetido y variado según el caso. Es francesa, y pasa en Niza… Tiene problemas de actuación, sobre todo con respecto al protagonista. Como no vemos mucho francés (a mí, particularmente, lo francés me resulta terriblemente lento; no, en este caso porque el guion es sobre Harlan Coben, claro), no conozco a los actores, a ninguno. Un coprotagonista, el amigo del personaje principal, me pareció excelente como actor…, pero el principal, dejaba mucho que desear. Como siempre en estas versiones de Coben, la historia da vueltas en el tiempo y el guion señala claramente en qué año estamos en cada caso, pero al principio es un rompecabezas y no me resultó fácil seguirlo. Al final, claro está (marca de final, lo llamo yo), se vuelve a la primera escena y las primeras muertes… que por fin, se entienden. Sí me gustó el cambio que se tiene en cuanto a un personaje secundario, al que se explica en varios sentidos a lo largo de la serie. La vimos de una (no solemos hacer eso, es rarísimo que hagamos maratón, pero este sábado se dio así). La pasamos bien…, es una historia absolutamente olvidable, que en lo social, tiene algo típico: la culpa de los de abajo, que suelen ser violentos porque tuvieron vidas violentas… Pero lo cierto es que nos divirtió sin sorprendernos. Seguimos sin pegarla con algo que nos resulte maravilloso y en cierto modo, memorable.
Just Mercy. Una película bastante vieja que vi yo sola en Netflix. Es sobre temas raciales y cárcel y contra la pena de muerte en EEUU, algo obvia, digamos, sobre una historia real, pero como es mi tema y los diálogos eran muy buenos y el guion, bastante inteligente, y había una cierta sensación de lucha y de final tolerable al final (como corresponde a una película de minorías), me interesó, y aunque hubo momentos en que quería dejarla (porque veía lo que venía), terminó interesándome. Me hizo pensar mucho en mis tres años de dar clase en las cárceles al final de mi carrera como profesora universitaria, tres años que me hicieron crecer mucho y a los que les debo mucho también. La cuestión de la pena de muerte, como siempre, me aterrorizó, sobre todo cuando un amague a mostrar lo que era el horror de la silla eléctrica… Y la cuestión racial (la forma en que influye eso…, siempre) es terrorífica y está bien puesta. La mirada del último juez y la del fiscal (ambos blancos, en el Sur) y la forma en que siguen persiguiendo a los negros por el hecho de serlo… está bien pintada. En el resto, bueno, es una película del montón…, una más entre tantas pero del estilo que suele gustarme siempre.
https://www.imdb.com/es/title/tt4916630/mediaviewer/rm638288385/?ref_=tt_ov_i
25 de agosto de 2025
The Madness. Miniserie de Netflix. La vi hasta el final y no entiendo por qué. Tal vez xq
tenía ese ritmo rápido que me gusta de los yanquis y parte del interés en los
problemas raciales que también me interesan. O porque la situación (que por
otra parte es remanida) de impotencia del protagonista al que le endilgan un
crimen terrible (que no cometió era..., bueno lo suficientemente tensa como
para querer seguir viendo. No sé. A Odi le gustó (aclaro, porque como digo
siempre, los gustos son gustos y en general, cuando se trata de policiales,
coincidimos; no en este caso). Para mi, gran parte era previsible: que ese
presentador de noticias de CNN (sí, claramente hubo dinero ahí) iba a terminar
reuniéndose con su esposa y su hijo, de quienes estaba alejado, y por lo tanto,
a pesar de todo, la situación le sería "educativa",
"positiva", es algo que supe desde el capítulo 2, por lo menos. Y pasó
tal como esperaba (lo cual no me gustó). El último capítulo, para mí, lo
empeoró todo. Dos cuestiones me molestaron mucho: el binarismo absoluto de los
dos grupos terroristas, uno de derecha (racista, lo cual toca al protagonista,
negro, obviamente) y uno de izquierda, antifascista..., ufff, y la forma en que
eso "soluciona" las cosas al final; y por supuesto ese ir y venir
entre aceptar la necesidad de la justicia por mano propia y decidir que no, que
no vale la pena..., pero siempre que haya otro que lo lleve a cabo... Más la
pienso y menos me gusta. Como con Doc Martin (serie que Odi vio solo porque yo
no la toleraba), este protagonista me era..., no sé, intolerable en lo físico
(lo cual, por supuesto, habla muy mal de mí, y yo lo sé). Ah, y esto es general
en casi todas las historias audiovisuales occidentales salvo hermosas
excepciones (ahora se me ocurre "Blade Runner": el bosque es donde
pasa todo lo malo, o donde empieza lo malo que después pasa a la ciudad... En
fin.
Blood of my Blood, Outlander. Primer capítulo de Blood of my Blood, la precuela de Outlander. Lo vi anoche en Disney (Star Plus). No puedo decir mucho todavía, excepto que, como casi (hay hermosas excepciones) toda precuela o secuela, hay un deseo de repetir detalles de la serie/película origen porque tal vez ese es el atractivo para un público que la siguió. Outlander me fascinó y la vi entera y dije lo que quería en comentarios como este pero veo eso en esta. Con una inversión en la presentación: en lugar de empezar por el siglo XX, todo empieza en el pasado, en Escocia, en un momento anterior al que exploraba Outlander y apenas hay una escena del siglo XX en el mismo sitio en que Claire se desvanece en el pasado en el primer capítulo de Outlander. No me pareció mal: ya no se necesita la sorpresa y la ignorancia de Claire al llegar al pasado. Los vimos la serie original conocemos ese pasado así que está bien que nos planteen cómo están las cosas entre los Fraser y los McKenzie cuando llegue la protagonista (madre, creo que es) de esta serie. Me divirtió. Me gusta el sonido de las lenguas que se usan en Escocia y el problema social de los clanes cuando muere el líder. Veremos. El hecho de que la situación de las mujeres esté en el centro no es casualidad y me gustó también.
Hostiles. La vimos de una vez (raro), una película con Christian
Bale y Rosamund Pike, que son dos actorazos… Un western. Cuando empezó, la idea
me pareció emocionante. Un “Indian Hater”, militar, asesino en muchos sentidos,
al que obligan a llevar a un jefe indio preso, Halcón Negro, a su tierra de
origen porque el presidente le concedió la libertad en sus últimos años, con
toda su familia. No quiere hacerlo y los lleva al principio en cadenas pero
después las cosas se complican. Y en el medio, lo que quedó de una familia
destruida por los comanches, la madre y tres hijos, incluyendo un bebé. El
“Problema Indio” a pleno, a fines del siglo XIX. Después, la película se hizo
larga y no le sacó a la cuestión el jugo que le podría haber sacado…, pero me
gustó verla. El “encuentro” fue…, bueno, interesante (aunque podría haberlo
sido mucho más). Me pareció bien que se nombres hitos de las Guerras Indias
como Wounded Knee y las reservaciones… El primer final…, donde aparece la
cuestión de la “posesión de la tierra”, y el terrateniente dice que no le importa
que la orden sea del presidente porque la tierra es de él…, es una buena salida
pero no suficiente. El segundo final, que vuelve a la idea de familia como
unidad de protección y última célula social…, en fin… Pero las actuaciones son
excelentes; los paisajes, deslumbrantes; el elenco, impresionante. Y la
violencia…, bien de un western moderno y descarnado.
White
Serpent. La leyenda de la serpiente. Dibujos animados. En dos veces,
ví una película de dibujos sanitarios asiática: "White Serpent". En
castellano, "La leyenda de la serpiente". No puedo decir que me
convenciera la historia pero hay detalles fascinantes, empezando x la
impresionante belleza del dibujo.
Es difícil de entender x cuestiones de cultura. Se da
x sentado que uno entiende qué creen los "taoístas" y el fragmento y
el personaje central de ese fragmento son... impresionantes, terribles,
horrorosos e incomprensibles para alguien que no entiende nada de eso. Se da x
sentada la creencia en la reencarnación. Y más, x supuesto. Hay algo
desmesurado en la mirada y a mí siempre me gustó la desmesura en una historia.
Fue... toda una experiencia verla.
No sé si me encantó pero hubo cuestiones que me
fascinaron.
Merlina
temporada 1. (Netflix) En realidad,
tengo que haberla comentado cuando la vi hace mucho tiempo, años seguramente.
Pero lo digo de nuevo porque ahora que venía la segunda, la vimos con Odi (que
no la había visto; creo que no es algo que le encante) y yo, que tengo mala
memoria, volví a verla y me volvió a gustar mucho… Es el único tipo de cosa de
“terror” que puedo ver: algo que, en realidad, es cómico, es un uso de los
clichés del género del miedo para otra cosa, algo mucho menos terrible (aunque
sea terrible).
Algunas razones por las que me gusta
La oposición entre “normis” (normales) y “outcasts”,
los rechazados (no me acuerdo cómo los llaman en los subtítulos, casi no los
leo: es estadounidense y así la entiendo mucho más que cuando es el inglés de
Inglaterra) tiene que interesarme, porque yo sufrí eso en la secundaria. Y
escribo sobre eso cada tanto. Hay diferencias, claro: Merlina ama la soledad,
yo la odiaba. Así que, en el fondo, una cosa que me gusta es la amistad que
crece entre ella (siempre en blanco y negro y con cara de odio) y la compañera
de cuarto, tan alegre, tan llena de colores… Yo estaría en el medio. O sería
Merlina con deseos de ser su compañera (eso fui). Por desgracia, me acordaba de
quién era el asesino, el Hyde… Esa es otra: las citas literarias (que se
aclaran y explican para quienes no las entienden, cosa que también me pareció
muy bien), la importancia de los libros, de esa biblioteca secreta a la que se
accede con el sonar de los dedos que una recuerda de la serie.
Las tomas, los colores y falta de colores, la mirada
positiva de los monstruos, los diferentes, la idea de que se puede hacer una
alianza entre seres muy diferentes con intereses muy diferentes… Todo eso
volvió a gustarme.
Ahora vamos a empezar la segunda, bueno, yo seguro que
la empiezo. Me hace bien ese producto un poco light de Tim Burton (a quien
reconozco en muchas cosas). Y me gusta el casting excepto Homero… Homero está
mal, lo recuerdo de la primera vez que lo vi. Homero era un hombre lindo,
bello, con gustos extraños y mucho amor y expresión de amor… Un latino de
cliché. (Una más: cuando la vi, no había reconocido a la directora, por ahí
porque todavía no había visto la fabulosa Game of Thrones).
Nomadland. Una película que vimos fuera de las plataformas con la
genia de Frances McDormand. Es vieja y recuerdo que quería verla en el cine y
no fuimos y después no la vi en las plataformas que teníamos…, hasta ahora. Es
bellísima. Todo, el ritmo no enloquecido pero siempre ágil, interesante; ese
contar una vida y una forma de vida al mismo tiempo, una bien del margen, y
solamente eso y que eso sea interesante, sobre todo porque de tanto en tanto,
en esa soledad que parece absoluta, y que yo no toleraría (creo que para mí
sería imposible vivir en ella, siempre lo dije: yo necesito ruidos y palabras y
a otros alrededor), de tanto en tanto, hay un descubrimiento de una mirada, una
palabra, un tono de voz, una historia ajena y algo pasa… y ese momento brilla
en medio del resto. Son los encuentros los que conmueven y la fortaleza de
quienes pueden seguir adelante sin eso cuando hace falta, como el personaje de
MacDormand y los otros personajes también. Creo que hay algo de western en la
película, de la ideología solitaria del western pero aplicada no a hombres sino
a todos, también mujeres, y que tal vez por eso o porque sintieron que el guion
lo pedía (y lo pide, no puedo negarlo) que la idea de otra vida es algo que se
piensa pero no cuaja del todo. También me resultó hermosa la cooperación entre
quienes viven así, nómades, sin otro lugar de pertenencia que el camino, la
ruta, el paisaje, en general, desolado, pero no siempre porque nada es siempre.
Yo sabía que era buena, no sabía cuánto.
30 de julio de 2025
Millie Black. HBO Max. Miniserie. Yo había empezado a verla sola porque me
interesa todo lo que se refiere al Caribe, y más si es el Caribe anglófono (que
leí en parte, cuentos y alguna que otra novela).Vi un capítulo y me pareció que
a Odi le iba a gustar también así que lo dejé. Ahora la vimos juntos en dos o
tres días. Me gustó muchísimo y descubrí que está escrita por un escritor de
Jamaica del que leí un solo libro…, un libro impresionante: “Leopardo negro,
lobo rojo”, una novela fantástica impresionante, basada no en los mitos
europeos (elfos, magos, brujas) sino en los mitos de África, esos que cruzaron
el Atlántico Negro en tiempos de la esclavitud. El libro… es increíble, muy
duro, muy violento pero realmente impresionante. La serie también, en muchos
sentidos. Toca, entre otros temas, el problema de los gays en el Caribe, ese
odio constante que les tienen, la forma en que los atacan. La puesta, la
fotografía, los colores muy pero muy saturados, los diálogos…, todo para mí
tiene una fuerza que reconozco (porque leí ese libro). Es en Jamaica y algo en Londres
y también hay mucho de colonialismo, de dependencia, de pobreza extrema, de
lucha por la supervivencia. Y el mal existe, claro, el mal en un sentido
metafísico y al mismo tiempo muy pero muy humano. Hay diálogos que me
impresionaron mucho, y que hacen que la historia sea más…, no sé, cercana a la
realidad, al espanto de este mundo nuestro. Y a las razones de nuestros actos,
nuestra inteligencia, nuestras obsesiones. Me gustó mucho.
Untamed.
(Netflix). Ayer terminamos Untamed, una miniserie policial que
transcurre sobre todo en el Parque Yosemite (un lugar al fui durante un día
breve y maravilloso un año que fui a un congreso de literatura en los EEUU).
Era verano pero yo me morí de frío, igual
que mi amiga brasileña. Eso ya, me fascinaba: que no fuera un policial urbano
(como son la mayoría de ellos en estos tiempos). Me gustó mucho…, tal vez
excepto la última vuelta de tuerca que encontré un poquito artificial y difícil
de creer, pero el resto, incluyendo diversos culpables y los secretos terribles
de algunos personajes principales, el que hace Eric Bana (al que hacía mucho
que no veía) y el de su esposa (Rosemarie DeWitt), me parecieron bien
planteados, la revelación bien armada en el momento preciso, y muy conmovedores.
Todos los actores, los que ya nombré, Lily Santiago, que es la segunda del
personaje de Bana, una guardaparques, y Sam Neill, que es el jefe de los dos,
trabajan como los dioses. Les creí todo, incluso en ese final para mí medio
tirado de los pelos. La fotografía, los lugares, la amenaza y belleza de la
naturaleza (la amenaza es menor que la de los hombres, por cierto), todo eso es
una belleza. Y desde la primera escena (que por supuesto cumple esa regla no
dicha pero muy vigente de las series de los EEUU, que es empezar muy arriba en
cuanto a tensión), cuesta dejar de verla. El rol de los caballos, a mí, que los
extraño mucho (dejé de montar hace treinta y pico de años, salvo algún alquiler
pero hace muchísimo), me conmovió bastante, igual que el personaje de Bana,
claramente el protagonista. Es el tipo de personaje, supongo: me gustan mucho
esos personajes maduros (no viejos pero no jóvenes) que necesitan aprender a
querer, a aflojarse, ni siquiera el amor de pareja, no, sino a aflojarse y
querer a amigos, a compañeros de trabajo. Que necesitan un poquito de
humanidad. En ese sentido, los diálogos son perfectos, recuerdo sobre todo uno
en el que un personaje secundario (una mujer que vive en comunidad en medio del
parque, en carpa), al que él acusa, le dice que la falta de humanidad que él le
reprocha, también es algo típico de él. También me gustó mucho cómo todos
(menos los turistas, que casi no aparecen) en el parque se conocen y se
reconocen, como pasa cuando se vive en un lugar chico, de pocos habitantes. Y
son solamente seis capítulos. Como siempre, yo disfruto las series largas pero
las miniseries me parecen un formato ideal (aunque cuando se terminan, las
extraño).
The Son. Es una serie con Pierce Brosnan en el Oeste…, tipo década de 1910, no en la fecha más común del western. No estaba acostumbrada a ver a Brosnan en ese género que me gusta mucho y que conozco bastante pero ahora ya van dos veces que lo veo de “vaquero” o “patriarca” en un rancho. La serie es interesante empezando por la fecha (corrida de la más común, entre 1865 y 1900), pero hay mucho más que eso. Transcurre en el Sur de Texas después de la Guerra con México, en un lugar donde había indios todavía (comanches, en este caso) y también un odio grande entre los mexicanos que siempre habían estado ahí y los recién llegados estadounidenses, que habían ganado la guerra y se habían quedado con lo que antes era México. Y por lo tanto hay tres lenguas: inglés, comanche, mucho castellano. Eso, ya, me atrae.
La serie está contada en dos tiempos: la adolescencia
del personaje de Brosnan (Eli) y su madurez-vejez, cuando ya es poderoso y
cruel cuando siente que eso hace falta. Se llama “El hijo” pero hay dos: él
mismo en esa adolescencia y su hijo en el “presente” en el que se cruzan autos
tipo Ford T y caballos.
Tiene una violencia casi constante y poderosa, bien
filmada (eso es algo que los yanquis saben hacer, claro está),y diálogos muy
interesantes sobre dinero, poder, racismo, búsqueda de alianzas, búsqueda
justicia. Y hay mucho del western que estoy tratando de traducir ahora, el de
Van Tilburg Clark, sobre tomarse la justicia en mano propia (la tendencia del
Oeste hasta que se cerró y todavía ahora). Me interesa mucho. La disfruto en
parte, me indigna en otras. Lo que siento es que no sé qué quiere decir…, qué
quiere mostrar, adónde va. Por lo menos por ahora. De todo, lo que más me
interesa es, en la historia del pasado, que se trate de un caso de prisionero
blanco, hombre, no mujer. Y de la forma en que se va volviendo “comanche”…
Final The
Son.
Terminamos The Son (El hijo) anoche. Otra serie durísima que es (creo)
una metáfora de la relación entre los EEUU y las tribus del Oeste y también
entre los EEUU y México, entre los anglos, los amerindios y los latinos. Cuenta
dos períodos distintos en un montaje de dos historias paralelas, la del
protagonista en la juventud (en la que termina como parte de los comanches) y
la de él mismo como patriarca y dueño de un rancho alrededor de 1910, cuando
empieza a importar el petróleo y no tanto la ganadería, y su relación con otro
hijo, el propio, con sus vecinos latinos y con el dinero. Como metáfora
funciona muy bien y el final es devastador, devastador en ambos tiempos. En ambos.
En la última escena, el comanche que lo guio (el mismo actor que hace de Chee
en "Dark Winds") y el chico (Pierce Brosnan en la adolescencia), ven
pasar una caravana desde un acantilado (escena seminal de los westerns) y el
adulto le pregunta "¿Cuántos son? ¿Cuándo van a dejar de venir?" Y el
chico le contesta: "Son muchos" y Nunca". En la anterior, se ve
la derrota terrible de los latinos y la traición de los anglos que quieren
quedarse con la tierra.
El oso,
última temporada. La vemos en Star
Plus (Disney). La venimos viendo desde el principio. Hay algo general que me
molestaba y que está arreglado hasta cierto punto ahora: al comienzo de la
serie, el protagonista, “Carmen” (me llama la atención el nombre para un hombre
y no recuerdo la explicación, si es que la hubo), tiene un restorancito de
sándwiches, para gente común. A lo largo de todas las temporadas, el restorán
es ahora uno súper fino con esos platos todos adornados y diminutos (yo, que
como, sí, pero no tanto, me moriría de hambre ahí), que parecen pinturas
abstractas de distintos colores. Bueno, la idea es que necesitan conseguir una
estrella…, algo que sostiene uno de los hilos de la acción. Ese cambio me
disgusta. Y mucho. Ideológicamente, sin duda. La otra épica me interesaba más.
Bueno, ahora, al lado, donde siguen las instalaciones del primero, hay otro
intento de sándwiches y se relata un poco lo que intentan hacer los que lo
tienen. Algo es algo.
Pero a mí siempre me gustó mucho más la parte humana,
la historia de relaciones entre los dos chefs, Carmen y su segunda; entre
Carmen y su familia, su hermano muerto, su hermana viva, su madre (la increíble
Jamie Lee Curtis, una malvada de película, increíblemente conmovedora), los
otros del restorán.
Cuando empezó esta temporada, los primeros capítulos
(es una serie de capítulos de media hora, para mí demasiado poco, no me gustan
mucho esas, con excepciones, claro, y esta es una) no me gustaron. Eran muy
restorán y era más de lo mismo (la serie tiene un estilo de presentación, de
tomas, de primeros planos, es muy ella misma en eso y está bien). Pero después
del tercer episodio (creo, no sé si los cuento bien), eso cambió. Y hubo
escenas muy, muy conmovedoras que dicen mucho de la excelencia de los actores:
una donde el Oso habla con su ex novia; una en la que todos hacen una pausa en
el restorán porque la hermana viene a mostrarles su bebé y de pronto, todo se
detiene y es intensamente bello y conmovedor. La duda y el drama de la segunda
al mando también tiene ese tipo de sentimiento. Así que ahora, la estoy
disfrutando.
Long,
Bright, River. Max. La estamos por
terminar, supongo…, es una policial que sucede en Filadelfia, en un barrio bien
de abajo. Nos gusta mucho pero es poco lo que se puede disfrutar, hay tantas
cosas que están mal, tantas, es tan angustiante lo que pasa, hay tanta…
fragilidad, tanta vulnerabilidad que, creo, que además de todo, se nos conecta
con el mundo afuera, con la crueldad general. Me parece excelente la puesta, lo
que se ve, las tomas del tren y los murales en las paredes y las casas, algunas
deshechas, y la pobreza. Me hace pensar un poco en The Wire en ese sentido, aunque no es el mismo tipo de historia
(esta es menos coral, más…, bueno, más tradicionalmente centrada en un
personaje). Supongo que estaremos a punto de terminarla porque hay enigmas que
ya se resolvieron en parte… y también es una serie sobre el peso de los
secretos, sobre el peso de los pactos familiares y sobre los errores (tantos)
que se pueden cometer aún con las mejores intenciones. Las actuaciones me
gustan mucho y el hecho de que nadie parece raro, demasiado lindo o demasiado
especial. La mezquindad de algunos…, la crueldad también está ahí, claro. Creo
que estos días veo eso en todas partes.
A Discovery of Witches Temporada 2. A discovery of witches temporada 2.
La terminé anoche. Estoy viendo dos
series al mismo tiempo (cosa que no suelo hacer, a menos que sea una que
comparto con Odi y otra para mí. Tampoco leo dos cosas al mismo tiempo...,
supongo que mi mente es "de a uno y gracias". Pero ahora yo estoy
viendo dos sola porque están poniendo de a un capítulo (sistema que me encanta,
a pesar de que me olvido mucho) una que me gustó hasta ahí pero me divertía (y
sigo así): La edad dorada. The golden age, en Max. Y cuando las comparo, la
fantástica y la "histórica" en cuanto a mostrar un período especial
de la Historia de EEUU, en Nueva York, la distancia es increíble.
Discovery es fantástica..., cada vez me gusta más. Plantea
problemas realmente interesantes y para eso usa la fantasía: hermandad entre
diferentes, incluso diferentes en cuanto a "especies" (brujas,
vampiros, humanos, etc, obviamente un símbolo complejo); cooperación entre
ellas a pesar de todo; ambición de algunos; el problema del poder y de cómo
usarlo; los límites éticos del poder; el miedo frente a los poderosos; la
discriminación y más. Cada vez me entusiasma más... La disfruto mucho. Claro
que yo soy de las que aman las "de amor", esas parejas desparejas que
resultan bien (tal vez porque en otro sentido, menor si se quiere, esa fue y es
mi pareja todavía; o porque es un tema que nunca supe contar pero amo ver contar
a otros), pero no es solamente eso y ahí es donde me entusiasma, como me
entusiasmó Outlander (falta una temporada, la estamos esperando).
La edad
dorada es una pavadita bien filmada,
bien trabajada y tontita en muchas cosas. Superficial hasta el fondo (con
perdón del oxímoron) pero me divierte. La veo mientras la critico..., y me hace
reír por esa superficialidad aguda. Por ejemplo, la cuestión racial..., está
buenísimo que aparezca en una historia del XIX, que se plantee pero me parece
tan pero tan superficial... Y sin embargo, recuerdo a los personajes, los sigo,
vuelvo a ser algo infantil al verla. Y me hace bien en este clima inclemente en
todo sentido: climático (horrendo), económico (uffff) y por supuesto, político
(ay). Y creo que, a mis 67, una aprendió ya a aferrarse a lo que puede para
respirar en la congelación.
A Discovery
of Witches, fin de la serie. Es raro
que yo vuelva a mirar algún de una serie que ya terminé, como es raro,
rarísimo, que me dé el tiempo para releer un libro, a menos que quiera
prepararlo para una clase (ahí sí). Siempre siento que prefiero usar mi tiempo
para leer algo nuevo… Pero vuelvo a algunas partes de algunas series, algunos
libros. Lo hice con Outlander, varias
veces. Con algunas de las que se hacen sobre las obras de Jane Austen, con
algunas películas…, aunque fuera alguna escena, algún capítulo. Y me pasó con
esta serie (que lamento enormemente haber terminado).
El final es maravilloso, cierra absolutamente, sobre
todo en su mirada del poder (y no solo el de las brujas o los vampiros, sino el
“poder” en un sentido político y social), cierra desde todo punto de vista y
es…, realmente, un final de alegría, esa especie de satisfacción que se siente
cuando se sube una ladera (sobre todo si, como yo, eso cuesta mucho y una
termina sin aliento) y de pronto, ahí estamos, arriba, y, sí, valió la pena.
Por eso, aunque no es lo mismo que piensan todos los que la vieron, para mí, la
tercera temporada fue mi favorita. Pero volví atrás al capítulo del casamiento
en la temporada 2 y volví a ver los dos últimos después de haberla terminado.
Quería volver a sentir ese alivio, esa satisfacción. Eso que hace tanta falta
en estos tiempos. Una maravilla haberla descubierto.
Mobland. La encontramos de nuevo fuera de las plataformas y
la seguimos anoche. Creo que llegamos al capítulo 8. Mejoró inclusive, tal vez
porque el protagonismo del “Fixer”, Tom Hanks y el de uno de los hijos del
mafioso (Pierce Brosnan, realmente excelente –yo lo recuerdo mucho más como
“bueno” así que este papel lo hace todavía mejor actor que los anteriores—) se
volvieron…, digamos, más atractivos para mí. Hay muchísima violencia (eso
también es Guy Ritchie, claro) y mucha “maldad” (para ponerle una palabra)
porque relata una guerra entre bandas de mafiosos, nada más cruel) pero ciertos
personajes me parecen defendibles hasta cierto punto (no del todo, para nada)
así que puedo…, bueno, acercarme a ellos. Y sobre todo, después de tantas
series que nos desilusionaron, dejamos enseguida, no conseguimos entrar, es un
alivio el buen guion, la buena dirección, las buenas actuaciones, las tomas
vertiginosas… Anoche nos quedamos hasta las 12…, por primera vez en varios
días.
Mobland fin
de primera temporada. Ayer terminamos lo que hay de
"Mobland". Me pareció impactante en todo sentido aunque sea un tipo
de historia (sobre las mafias) que en general rechazo). Tal vez porque hay
personajes que tienen cierta..., no sé, nobleza a pesar de todo. Escondida, por
supuesto (nadie puede ser demasiado eso en ese medio...), pero algo de eso hay.
Y el guion es perfecto, las actuaciones, increíbles, todas, incluyendo un
Brosnan haciendo de terrible pater familias..., cuando yo (por lo menos) estoy
más acostumbrada a verlo de héroe. Quedaron muchas cosas muy abiertas, muchas,
así que supongo que habrá otra temporada. Son diez capítulos.
How to Train your Dragon. En el cine. Fuimos con Gali y Vigo a Adrogué a ver "Cómo entrenara tu dragón" con actores. En primer lugar, qué alivio y qué alegría ir a una función repleta de chicos y grandes, sobre todo chicos (últimamente, me siento una de las últimas de la especie que sigue amando ir al cine, ver en la pantalla grande y no solo en casa, donde también lo disfruto pero no es lo mismo).
Ahora, lo que sentí (yo por lo menos): el dibujo animado, que vi hace un tiempo, me había parecido hermoso: la historia, perfecta; la solución, colectiva; la necesidad de respetar al diferente, muy bien planteada y también, en la relación padre/hijo, es una película con hombres y chicos en el medio pero las mujeres están muy bien tratadas. Todo eso puede decirse de esta película casi exactamente igual, más el humor que no recuerdo tan directo ni tan efectivo. La historia es la misma y no me molestó volver a verla. Está muy bien hecha. Emociona, enamora. Vi cómo se divertían los chicos y Vigo no se asustó para nada… Gali tampoco, claro, pero él es más grande. A mí me gustó mucho. Eso sí: si alguien no vio la otra, yo vería esta primero para dejar lo mejor para el final, como me decía que había que hacer mi viejo… (tal vez porque amo los dibujos animados), pero realmente me gustó mucho a pesar de que estaba doblada
A Discovery of Witches. Netflix. Bueno, mientras seguimos sin encontrar una serie que
nos guste (vimos el principio de tres o cuatro y nos fueron imbancables),
cuando Odi se fue a dormir anoche (siempre se duerme antes que yo), yo seguí
con Discoveries of Witche, una que
estoy viendo hace tiempo ya. Supongo
que es imposible no hablar de gustos otra vez. No digo que sea para todo el
mundo, sé que estas cosas suelen (no siempre) gustar más entre mujeres. Lo
cierto es que tengo que decir que la estoy queriendo mucho. Cómo me gustan las
series como esta: de fantasía mezclada con la realidad (fantástica, diríamos), y
con un amor entre dos de “especies” diferentes (como pasaba en las tres
primeras hermosas temporadas de True
Blood, que después se fue al diablo). Eso y ese algo emocionante y bello
que tiene para mí descubrir de a poco un universo con leyes diferentes. Ah,
además de que el actor, el mismo inglés fabuloso de Department Q me parece absolutamente interesante.
El amor entre los dos seres diferentes que se unen en
la serie me conmueve y me hace mucho, mucho bien, de la misma manera
absolutamente hermosa en que me conmovía Outlander
(la comparan con esa y tiene algo de eso: dos seres de mundos distintos que se
ven y se quieren contra todas las reglas que antes aceptaban). Porque lo que pasa
en una historia común, conocida, como esa, es que alguien que tal vez creía que
los “otros”, los “diferentes” no eran tolerables, no eran dignos de nada,
descubre que sí. Que son hasta necesarios.
Por otra parte, me fascinan los escenarios de Oxford y
Francia: esa mezcla muy extraña y muy europea entre autos recontra modernos,
teléfonos celulares por un lado y por otro, castillos y lugares muy antiguos y
bellísimos. La estoy disfrutando mucho mientras nos asomamos a series
espantosas y las dejamos a la media hora… La última que intentamos era
tolerable hasta el momento pero ya era tarde y Odi renunció.
Mobland. Netflix. Estamos viendo una serie de Guy Ritchie con un elencazo (Helen Mirren, Pierce Brosnan, Tom Hardy y varios conocidos más). Es una historia típica de Guy Ritchie (que en general, me gusta mucho: acción, acción pero no de tipo piñas sino más bien tensión, suspenso, rapidez, algo rápido pero inteligente) y nos está gustando. Mafia, claro…, y el personaje de Hardy que está en una posición increíblemente difícil: la del “fixer”, el que arregla los problemas de los jefes…, poderoso pero muy expuesto. A mí, Londres me conmueve y la ciudad está muy presente en la serie. El movimiento de la cámara es impresionante y la velocidad, angustiante. La crueldad es enorme pero no es esa crueldad intolerable que yo no tolero (como en las películas danesas que vimos antes). Vamos por el capítulo 2…, y me está gustando… Veremos cómo se va resolviendo. Es una de esas series con todos “malos” que en general rechazo, pero en esta, hay un tono de broma, de liviandad, que me hace bien, me compensa en parte.