19 de diciembre de 2012

Día de examen final en el CUE... Y el último de todos.


El examen me conmovió porque ellas dos lo hicieron juntas y charlaban y yo entraba y salía del aula (que está dentro del CUE nuevo) y las oía. Y habían aprendido: les preocupaba la redacción y la forma de decirlo y discutían conceptos que alguna vez les enseñé. No organizaron todo del todo pero lo intentaron y es sin duda, el mejor trabajo que hicieron en el año.

Hubo más.

Charlamos cuando yo terminé de corregir. Una de ellas me había advertido que no le gustan las despedidas. Se fue enseguida. Pero yo me quedé con la más entusiasta, con J. y hablamos su madre y su hijo y sus hermanos y de lo que quiere hacer cuando, en febrero, llegue a su país. Me dijo que ahora sabe mucho sobre cómo la educaron en su escuela de monjas y que fue por mi curso, lo cual, creo es demasiado generoso. Me dijo que mis libros, mis apuntes, se los lleva. No puede llevar todo pero eso sí. Y habló de que la habían mudado para el último mes, "del otro lado de la reja". Y de cómo eso cambia las cosas..., aunque algunos sigan tratando de imponer el poder..., desde las autoridades, claro. Hablamos de su curso de inglés y dijo que las profesoras le daban ese espacio de cariño, (esa palabra usó) que ellas necesitan y que yo también lo hacía. Llorábamos las dos. Me dio las gracias pero era yo la que tenía que dárselas a ella y lo hice, lo hice como pude.

Es difícil entrar pero esta última vez, me costó irme.

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