4 de noviembre de 2015

Ayer, entre lo sacudida que estoy en estos días (todo me golpea más, todo), se me ocurrió ver una película que daban en el clave de un director que amé, mucho, por lo menos hasta La hora 25..., casi siempre: Spike Lee. Se llama Oldboy. Por favor, no la vean. La película es truculenta, morbosa y sacude mucho (Lee sabe cómo hacerlo, se los aseguro...) y lo peor es que es completamente al pepe. Digo: a mí me cuesta cada vez más dejarme sacudir por el horror de cualquier cosa en cine (a la vejez, viruela, supongo..., nunca fui valiente, lo digo siempre) pero si tiene sentido, si es para hablarme de política, del genocidio de los amerindios en América, de Ruanda, si es El condor pasa, por decir algo cualquiera..., bueno. Esto es para nada. Para nada. No tiene ningún sentido, ninguno. Me fui a dormir furiosa. Para compensar, mañana, un capitulito de Comisario Montalbano.

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