La cultura que llega: lo que vale es el dinero, la superficie, los modales (sin nada debajo), la cáscara, y por detrás, el vivo, el que no comparte, el que solo piensa en sí mismo, el que desprecia a los demás. Por eso, si es verdad que eligieron a la canciller para llevar nuestras relaciones exteriores según lo que piensan de nosotros "afuera" (porque ella hace años que no está en el país), les cuento (yo que me sé lo mío de margen y centro, centro y periferia): Si uno está en un país que es el centro, que tiene poder, sería bueno buscar a alguien que haga las cosas según se los ve desde afuera, siempre que ese afuera tuviera que ver con el margen. Si estamos en el margen (y de eso, no hay duda) no es bueno. No necesitamos portarnos según quieren que nos portemos las potencias. Tenemos que hacer lo que hicimos estos años: tener nuestro propio proyecto, y seguirlo y unirnos con otros que están en el margen como nosotros.