18 de agosto de 2017

Ayer, en medio de una semana trágica en lo emocional, triste en el mundo (la muerte del mundo cae sobre mi vida, me sale, palabras de Neruda), nos fuimos Odi y yo a ver la exposición de Selva Ciai y Tam Ciai en Chien Noir, Gorriti 5949, algo así, en Palermo Viejo, un lugar para mí alejado de todo, de esos que me hacen pensar lo grande que es Buenos Aires y la forma en que la desconozco cuando me alejo del centro y los barrios que sí manejo (no muchos).
Yo había visto parte de la exposición que se llama "Un año para el desamor", un video de un minuto o un minuto y medio por mes y música. Pero verlos así, uno tras otro, de enero a diciembre, en ese lugar fabuloso que es Chien Noir, Perro Negro, en medio de maderas y marcos de cuadros, por pasillos laberínticos, me emocionó hasta las lágrimas. Los videos son con objetos diminutos como una semilla de liquidámbar, un trompo chiquito, hielo que se va derritiendo, flores vistas de muy cerca, una ciruela, miel. Lo que dicen lo dicen a nivel emociones, a nivel sentimiento y lo dicen con una fuerza inmensa. Está armada alrededor de Fragmentos para un discurso amoroso de Barthes, algo que no amo, pero el resultado es bellísimo. Vayan, si pueden, por favor. Vale la pena. En otro post, un comentario en Anfibia..., que no supe compartir desde la revista, solamente ofrecen Twitter y yo, Twitter no tengo...

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