29 de septiembre de 2017

Para salir un poco de la política, la indignación y demás, series. Estoy viendo varias. En general tengo una que compartimos con Odino y vemos más despacio (yo miro más porque me duermo más tarde, a veces tengo sueño pero si me duermo temprano después me despierto temprano y eso me deprime mucho, no es momento de jugar con eso..., no es un buen año), y alguna que veo yo sola (a él no le interesa). Pero ahora hay varias en la televisión (no Netflix y nosotros no vemos en la web) y las sigo no siempre el día exacto (muchas están a la hora en que vemos las de Odi) pero sí grabadas la noche siguiente, más tarde.
Hago una lista:
-Outlander. Esa es mi serie culposa, digo sé que no es arte..., ¿y qué? La parte política está realmente bien: esa historia sobre las rebeliones de las Tierras Altas (highlanders) en Escocia me fascina. Pero a mí me gusta por lo otro, porque es de amor y un amor enloquecido, con dos personajes muy queribles (yo, ya lo dije, necesito eso, no tolero los personajes odiosos, los "Breaking Bad" o los mafiosos, no en una serie, directamente me retiro si son así; cada tanto, necesito esa visión casi inocente de la humanidad, para respirar). Así, culpa o no, eso es el disfrute puro, el conmoverme como cuando tenía quince años. Me hace muy bien. A veces veo alguna parte más de una vez.
-Tabú. Esa serie es realmente buena y vale la pena para mí, que hago EEUU: la época es fascinante, 1800..., recién independizado el país, comercio de esclavos (terminaría en unos ocho años pero seguía), guerras indias, guerras con Inglaterra. Y la historia me fascina. Tom Hardy, impresionante. Gracias, Dante, por recomendarla. Esa la vemos juntos así que voy despacio.
-Terminamos The Expanse, en Netflix. Esa, en cambio, no es lo mío. La ciencia ficción no lo es. Me interesó apenas el problema político en un mundo dividido en tres, no dos, bien dialéctico, y el personaje de la política mayor me gusta. El resto, las aventuras en Marte, la Tierra y el giro medio teológico me cansaron pero la puedo ver. Hay "buenos". Una chica, negra, que me gusta; un hombre blanco que no me gusta ni como actúa, ni como es el personaje ni en lo físico. La seguí, la terminamos.
Todo eso, en estos días para zafar de demasiada carga, en lo internacional, en lo nacional, en lo personal... Sirve.

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