4 de diciembre de 2017

Ayer terminamos "Alias, Grace". Al final, mejoró un tanto, se volvió reflexiva y sobre todo, simbólica, lo cual a mí me encanta. Pero no me gustó demasiado. No hasta los últimos dos capítulos. La dimensión simbólica, que es todo un comentario sobre la condición de mujer (es decir, uno de los grandes temas de Margaret Atwood) llegó tarde para mí. Antes..., todo me parecía una especie de lista de las cosas de que hablamos cuando hablamos de mujeres, esencialmente, las instituciones totales que nos imponen desde loqueros hasta cárceles pasando por servidumbre y abuso. Lo que sí me gustó: actuaciones, excelentes; ambientación, también; la mención de la Historia de Canadá me interesó mucho (soy bastante ignorante, excepto en cuanto a algunos detalles sobre la relación con las naciones amerindias); el uso del color, sobre todo en la granja del final, la del crimen; la cuestión de las artes ocultas como mesmerismo, espiritismo, hipnosis, y lectura de palmas..., me pareció excelente.

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