The Madness. Miniserie de Netflix. La vi hasta el final y no entiendo por qué. Tal vez xq
tenía ese ritmo rápido que me gusta de los yanquis y parte del interés en los
problemas raciales que también me interesan. O porque la situación (que por
otra parte es remanida) de impotencia del protagonista al que le endilgan un
crimen terrible (que no cometió era..., bueno lo suficientemente tensa como
para querer seguir viendo. No sé. A Odi le gustó (aclaro, porque como digo
siempre, los gustos son gustos y en general, cuando se trata de policiales,
coincidimos; no en este caso). Para mi, gran parte era previsible: que ese
presentador de noticias de CNN (sí, claramente hubo dinero ahí) iba a terminar
reuniéndose con su esposa y su hijo, de quienes estaba alejado, y por lo tanto,
a pesar de todo, la situación le sería "educativa",
"positiva", es algo que supe desde el capítulo 2, por lo menos. Y pasó
tal como esperaba (lo cual no me gustó). El último capítulo, para mí, lo
empeoró todo. Dos cuestiones me molestaron mucho: el binarismo absoluto de los
dos grupos terroristas, uno de derecha (racista, lo cual toca al protagonista,
negro, obviamente) y uno de izquierda, antifascista..., ufff, y la forma en que
eso "soluciona" las cosas al final; y por supuesto ese ir y venir
entre aceptar la necesidad de la justicia por mano propia y decidir que no, que
no vale la pena..., pero siempre que haya otro que lo lleve a cabo... Más la
pienso y menos me gusta. Como con Doc Martin (serie que Odi vio solo porque yo
no la toleraba), este protagonista me era..., no sé, intolerable en lo físico
(lo cual, por supuesto, habla muy mal de mí, y yo lo sé). Ah, y esto es general
en casi todas las historias audiovisuales occidentales salvo hermosas
excepciones (ahora se me ocurre "Blade Runner": el bosque es donde
pasa todo lo malo, o donde empieza lo malo que después pasa a la ciudad... En
fin.
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