Caught, Atrapados. Netflix. La terminamos ayer… Por un lado, no teníamos grandes expectativas, ya vimos varias de las que se basan en los libros de Harlan Coben. Que me perdonen pero Coben es como Agatha Christie: las novelas son muy parecidas. Christie fue mi primera escritora de adultos (no de libro largo, eso no, esos fueron Verne y Salgari, y mi amor fue Salgari, Verne no tanto), y leí muchos libros seguidos de ella cuando era muy chica, no sé, doce, tal vez menos. Al final, ya sabía quién era el culpable no porque investigara las claves (nunca fui muy analítica, nunca fui buena para los enigmas y adivinanzas) sino porque ya le había captado la historia principal y sabía dónde mirar. Coben es igual, muchas décadas después. Odi adivinó bastante pronto quién era el culpable principal. Yo no, porque no era eso lo que estaba siguiendo, pero entiendo el mecanismo. Tal vez porque escribe historias que pueden transcurrir en cualquier parte (sin conexión verdadera con la naturaleza, con el paisaje) y por eso se hacen series sobre sus historias en todas partes, desde Europa del Este a todo el continente americano.
Esta es una más, que transcurre en Bariloche (el paisaje en verano –en invierno no, porque la única vez que fui lo odié--, reconocible para quien fue varias veces fue un plus para mí, pero no se rozaba con la historia), con actores argentinos. Como siempre en Coben: la cuestión es entre familias de clase alta o media alta y hay mucho de psicología y una historia de reencuentro entre dos que se habían separado y que funciona como el “lado positivo” del espanto del crimen. ¿Sueno poco entusiasta? A ver, hay suspenso, tiene sentido en el final, las vueltas de tuerca están más o menos bien planteadas, todo eso…, es estándar. Soledad Villamil trabaja muy bien y hay varios actores más que también están a la altura. Hay algunos que no, o no del todo, tal vez porque es nuestra lengua y es más fácil ver lo falso así. Como a veces en las producciones argentinas de este tipo (digo, no artesanales, más…, “mainstream”, industriales), lo peor para mí son los diálogos…, que se descuidan constantemente y desafinan, se vuelven falsos muchas veces. Todo eso es para decir que, para mí, es hasta ahí pero también es cierto que no la dejamos (como hicimos con varias en estos días desde que dejamos House of Guinness). Para pasar el rato
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