19 de septiembre de 2012

Esta es la del 5 de septiembre.


Ayer, hacía frío en el penal de mujeres de Ezeiza y yo no fui el miércoels pasado porque hubo... un "incidente" con dos muertes. Las chicas (tengo dos solamente, tenía cuatro pero a dos las trasladaron: es muy inestable la clase en los penales, también mientras transcurre aparecen diciendo que vino un oftalmólogo y las chicas lo necesitan y es ahora o nunca así que se van y yo me alegro muchísimo de que haya venido) estaban muy conmocionadas y yo entendí algo más de la naturaleza de la tensión que hay entre esas paredes aunque en ese penal a mí me parezca todo mucho más suave y agradable que en Devoto. Es vivir en lo que Jackson llamaba "neoesclavitud", es cierto y en momentos así es cuando una se da cuenta. Después, con una amiga querida, a la tarde, en un coqueto café de Buenos Aires, dijimos las dos, casi al mismo tiempo: ah, de a ratos nos olvidamos de lo afortunadas que somos.


La clase va bien: una de las dos chicas lee muchísimo, entiende y está entusiasmada. La otra, no tanto pero la enteindo: le gustan las ciencias..., yo no hago eso... Pero sé que la clase es un momento de libertad y ella lo aprovecha.

                           

No hay comentarios: