4 de octubre de 2012

La cárcel de nuevo. Octubre 3.


Ahí va: Fue una clase muy difícil. Muy interrumpida. Es un lugar frágil, el Centro Universitario de Ezeiza (CUE)..., con bordes cerradísimos pero blandos y permeables, en el fondo. Primero, no había llegado la comida y las chicas tenían que comer. Después, había obreros arreglando algo y el ruido era imposible así que tuve que pedir que nos llevaran a otra parte (o quedarnos las tres roncas) y eso hubiera sido todo un problema (ni sé dónde están las otras aulas, conozco las tres que dan al patio). Nos cambiamos de aula dos o tres veces... Y por otra parte, ellas estaban muy en tensión. Supongo que siempre están en tensión pero a veces se nota más. Igual que yo, necesitan hablar cuando están en tensión y así es como se desviaba la conversación. Yo trato de no interrumpirlas. Necesitan hablar. Proyectos: están tratando de jugar al voley con clubes de la zona. No con otros penales, con clubes. Algo tan sencillo, para mí un símbolo de que son parte del mundo, no es fácil. Una pelea. Situación: viene el dentista, ve a una de ellas, le dice que si se va en 4 meses, no le va a hacer nada... ¿De qué otra cosa se puede hablar?

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