13 de julio de 2014

Estoy enganchada con el Mundial, con todos los Mundiales desde que se fue la dictadura, antes no. En el 78, lo sufrí terriblemente y realmente, como no soy futbolera, quería con toda mi alma que no ganáramos, por cuestiones políticas, claro. Ahora, y desde el 83, me pongo nerviosa y me duele del cuerpo... y sé que grito cuando los demás piensan que no hay que gritar y digo cosas como "¡¡Paren al pelado!!!"..., y pavadas de ese tipo... Hoy estoy agotada como si lo hubiera jugado yo..., lo cual es ridículo, por supuesto... Yo, justamente, que siempre quise que lloviera el día de gimnasia. Grité todo el primer tiempo. En el segundo, me fui porque no toleraba la tensión y lo escuchaba con Liliana Hortas en la cocina de su casa... y hablábamos de otra cosa, mientras escuchábamos con un oído los chillidos e intervenciones de los varones y de dos de las chicas jóvenes que quedaban en el living... Los penales me los vi todos... con timidez, mordiéndome las uñas... Qué bueno, qué bueno que haya un latinoamericano en la final... Para mí, hubiera sido muy triste que quedaran solamente dos europeos... Y lloré por Brasil ayer y no me gustó que algunos se pusieran contentos... Gracias,Stela Coser, mi amiga de Vitoria, Brasil, por lo que me pusiste... Un abrazo, amiga... Es raro para mí (que de deportes nada de nada de nada, nunca) que me emocione tanto el fútbol..., como me emocionan los Juegos Olímpicos (sobre todo deportes muy raros)... pero así es. Una cosa entre mujeres: El de los músculos no me gusta. Me gusta Romero..., físicamente digo.

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