13 de julio de 2014


Para que conste: después de oír lo contrario no una sino varias veces en periodistas políticos futboleros..., gente que respeto y escucho siempre..., reivindico a quienes, como yo, no miramos jamás el fútbol excepto cuando llega el Mundial (cosa que vengo haciendo desde la democracia...). A ver, ¿por qué no tenemos derecho los que no amamos el deporte, en mi caso ni ese ni ninguno, la verdad, a entusiasmarnos y mirar cada cuatro años? Hay quienes leen una vez por año, en verano, o una vez cada dos... Y a mí eso me conmueve y me parece bien aunque yo leo qué sé yo cuántos libros por mes... Esta bueno incursionar por lugares inesperados y raros para uno. Y claro que tenemos derecho a comentar y decir pavadas tipo "Paren al pelado" o "¿Por qué van para atrás?" si no entendemos nada. Igual que la señora que vino al baño ayer después del cine, (vimos la de Tornatore) y me preguntó: "¿Usted entendió? ¿Me explica?" Y yo traté... Pero estaba bien. Hermoso que se anime a ver una película distinta de la que ve siempre..., porque es evidente que lo era. Así que sí: no miro fútbol jamás excepto en los mundiales... y lo miro en los mundiales, o más bien me encierro en la cocina y sufro y escucho desde lejos, pero está bueno.

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