15 de marzo de 2016

Hoy es un mal día... como sea es un mal día. Del Congreso, no quiero hablar, excepto para decir que hay muchos que me duelen en el alma, ahí dentro y afuera, algunos discursos francamente insoportables.
Pasemos a lo personal: yo tengo un rechazo físico (quiero decir, me duele el cuerpo, me duele la panza, siento que tengo algo frío y duro en medio del cuerpo) a todo lo que sea papeleo, hacer formularios, presentarlos, guardarlos, archivarlos, etc. Sin embargo, lo hago como puedo..., mal claramente. Los guardo, los retiro y claro..., meses después cuando los busco, siento ese espanto seguro de lo que tengo por delante, el miedo a ir a buscar las cosas donde se supone que están y no encontrarlas. Y después, pasa... (como esta vez) o no y todo está bien pero aún así, durante varias horas después de la prueba (de ver que sí, tengo todo, milagrosamente está donde debería estar), me siento mal, me duele todo, necesito una dosis de comedia romántica y de final feliz y de olvido para recuperarme.
Esta vez pasó: no encontré toda una colección de un impuesto en particular (sigo sin encontrarla, y bueno, lo dejo, no puedo seguir buscando: me produce algo parecido a la rabia profunda, impotente, que me daba tener que estudiar física o química o latín..., cosas que no me interesaban, no me gustaban, no se me daban y en las que tenía que invertir tiempo y mucho, mucho esfuerzo para nada porque yo sabía que no me serviría de nada nunca) y cuatro recibos de uno de mis muchos sueldos (como todo docente, no lidio con un recibo sino con cinco, sí, cinco por mes). O sea: estoy agotada, muy pero muy mal humorada, furiosa con el mundo y deseo, ah, deseo enormemente tener una secretaria, alguien que se encargue de esta m... o haga desaparecer todos los papeles del mundo. Mejor si a él o ella le gusta..., me sentiría menos culpable por echarle esto a la cara. Trámite y papel fóbica, sí... Me descargo, solamente. Ninguna de las cosas se solucionó y no creo que lo haga.
Claro que el congreso importa más, claro que sí... Bueno, por ahí es por eso, para que la panza me duela por pavadas personales.

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