25 de agosto de 2016

Ayer, mientras esperaba a Odi que se había ido a su noche de primos y hermanos, miré la tele (sé que en general no me duermo si él vuelve). No había nada en los canales normales, así que me busqué algo en lo alternativo. Quería comedia, quería pasarla bien. Quería no sufrir. Para mí, era importante eso. Así que vi The Fundamentals of Caring. Una película previsible, que sigue un guión conocido: alguien cuida a otro y se le acerca y lo saca adelante y al mismo tiempo se salva él. Pero me sorprendió porque dentro de ese guión, que se sigue con bastante exactitud, cierto, no esperaba menos yo, Paul Rudd (que me parece siempre delicioso) trabaja como los dioses, el chico también (yo no lo conocía), y hay errores que no suelen aparecer y desencuentros graves, no solamente encuentros y personajes marginales queribles que sorprenden sin salir de la dulzura que me hacía falta.

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