5 de diciembre de 2016

Ayer, último capítulo de Westworld. Se acentuaron todas las tendencias que yo venía viendo en los anteriores: es una ficción muy compleja sobre todo en cuanto al tiempo... Los cambios en el tiempo, la confusión entre pasado, presente y futuro es central en ella. Uno nunca entiende "cuándo" está... aunque lo espacial sea bastante claro y al mismo tiempo claustrofóbico y muy abierto (lo cual me fascina, en realidad es una de las cosas que me fascina: la forma en que rompen los pares binarios de ese tipo). Así que el tiempo es esencial. Eso y las anagnorisis, los reconocimientos, tal es tal otro y no los sabíamos... Eso es constante después de los primeros capítulos. El problema es que al final, me dio la impresión de que las vueltas son demasiadas. Uno puede pasarse de rosca y se pasan. Hay un punto en que todo eso junto... deja de funcionar. Lo lamento, me venía parecieron muy interesante, sobre todo, si uno se toma el trabajo de ver los capítulos dos veces y que haga falta eso también es interesante en una serie en las que, en general, basta con una sola vez y menos también. La cuestión es que en el último ya parece que lo que interesa es sorprender y sorprender de nuevo y volver a hacerlo... Digamos que ahí el guionista... la pifió un tanto. De todos modos, me interesó menos que Game of Thrones y sé por qué: Game es sobre el poder, mi tema preferido. Westworld es pura filosofía y reconozco que en general, preguntarme "¿qué es el ser humano?" (ese es el centro de la cuestión) es menos interesante para mí. Lo que sí me gusta es la temática de la esclavitud..., eso sí. Pero creo que para los guionistas es importante dentro de la pregunta central... Así que no, la voy a seguir por ahora, pero esta serie no reemplaza a Game of Thrones..., desde mi punto de vista por lo menos.

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