Terminé la segunda temporada de "Dear White People". No cambió mi opinión sobre la serie, digo, lo que seguramente dije de la primera. Es una excelente serie sobre una parte de la cuestión negra en los Estados Unidos: la que se refiere al techo de cristal, a la discriminación, al racismo en general. No se toca la cuestión clase, por supuesto, porque se trata de chicos negros que están en una universidad de elite con el nombre extraordinario de "Winchester", nada menos. Hay diálogos inolvidables y buen trabajo actoral, tal vez excepto alguno que otro personaje. En el último capítulo, por ejemplo, se tocó la necesidad de los negros de recuperar la historia que EEUU les niega siempre, su pasado mucho más importante para el país de lo que se dice. Eso me hizo bien, en medio del frío. Por otra parte, no me fascinó del todo porque la vida universitaria estadounidense es algo que me da rechazo (y ese tipo de familias también, ese nivel de dinero) y la serie transcurre en uno de esos campus. Pero para los interesados, está buena.