4 de agosto de 2018

Ayer, fuimos a ver "El amor menos esperado"... Algo así como una compensación de "Misión imposible": yo necesitaba una comedia light, sin nada muy terrible, para días en los que las emociones (mayormente no buenas) me saltan por la piel y me dominan. La verdad es que una comedia inteligente, de diálogos brillantes, muy clásica en estructura (empieza y termina en el mismo lugar, anuncia que va a hacerlo porque unas escenas antes vuelve a la Moby Dick de Melville, con la que empezó, etc), pero muy bien actuada, muy creíble, y en algunos momentos, profunda. Me refiero a la profundidad de lo psicológico..., por supuesto, nada muy político (aunque el personaje de Darín dice cosas muy hermosas sobre la literatura y el mundo, cosas en las que yo creo), ni muy económico, todo clase media sin discusión de otras cuestiones. En ese nivel, la disfruté mucho.
La escena inolvidable para mí: la clase en que el profesor de literatura en la universidad explica que en América Latina (la patria grande de la que habla varias veces), no debe hacerse literatura sobre el "tedio", porque nosotros tenemos hambre. Y las dos cosas no combinan. En realidad, la película no hace nada sobre el hambre y sí bastante sobre el "tedio" pero el reconocimiento de que habría otras cosas que decir me pareció una ironía hermosa.

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