16 de agosto de 2018

Hoy me mandó la monografía uno de mis muchos alumnos extranjeros en el último seminario que di en Filo... No sé por qué para despedirme tuve tantos que venían de afuera..., tal vez porque el horario era malo: en lugar de ser de 13 a 17, era de 11 a 15..., un desastre. No muchos podían venir a clase con semejante horario... Como sea, me escribió lo siguiente (en este estadio, digo, ahora que me jubilé y no pude seguir..., me hace bien pero también me dan ganas de llorar):
Mil gracias de nuevo por uno de los seminarios más rigurosas, conceptualmente y emocionalmente, que he cruzado. Influyó mucho mi forma de ver el mundo y de ver a mi propio país.

Gracias..., gracias por decirlo.

No hay comentarios: