10 de julio de 2020

Ayer terminamos de ver (en tres veces), Metrópolis, aprovechando el mes de Qubit gratis que me gané en La autopista del Sur, donde me encanta participar..., aunque ahora aviso que ya gané para que la cosa sea justa. Bueno..., yo siempre digo que el cine mudo no es lo mío y no lo es. Como la literatura anterior al siglo XX no es mi literatura, la verdad sea dicha. No es que no pueda leerla, no es que no pueda ver ese cine pero no hay manera de que me entusiasme. Creo que no la hubiera visto si no se hubiera dado lo de Qubit, pero nos la debíamos los dos porque yo solo había visto pedacitos. Comentario (sepan todos de dónde viene el comentario: nada del cine mudo me emociona): el arte, la fotografía, los efectos especiales..., son impresionantes. Sin duda una belleza. El científico me pareció basado en la misma idea de "cientifico" que la que aparece en Volver al futuro..., casi igual... (tal vez hubo inspiración ahí, no lo sé). Las ideas para representar la opresión y las grandes escenas de masas son inolvidables y hay tomas, tomas de cámara subjetiva, picados y contra picados que parecen las mismas que ahora. Todo eso, muy bien. Ahora la historia: empieza y parece casi clasista, sobre todo la imagen. Y después, se vuelve claramente religiosa... El final..., parecer peronista, perdónenme todo... El Mediador... Ahora que la vi, vuelvo al cine posterior a la década de 1960...

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