30 de diciembre de 2023

Pagan Peak (Der Passe).  Estamos viendo en HBO una versión (totalmente diferente, todas son diferentes, por eso me encanta verlas) de la primera serie sueca (que no vi) y las siguientes sobre un cadáver encontrado en una frontera, justo ahí, lo cual hace obligatorio que colaboren las fuerzas de los dos países involucrados. Yo vi The Bridge (EEUU-México), primera temporada muy buena, segunda menos, después la dejé porque no me gustó nada, se volvió medio defensa de la mano dura y los parapoliciales. Vi después la de Inglaterra/Francia, que me encantó. Se llamaba “El túnel”, porque pasaba en el túnel bajo el Estrecho. Y ahora esta, en la frontera entre Austria y Alemania. Der Pass, o Pagan Peak, en HBO max. 

A ver: la producción, la filmación, los diálogos, son excelentes. Los trabajos de los actores que hacen a la policía alemana (simpática, empática, interesante) y al policía austríaco (cerrado, corrupto en algunos sentidos, incomprensible, misterioso y muy inteligente) son realmente muy buenos. Y el que hace del asesino también. Y el casting y el vestuario están impecables (me fascinó el uso del rojo en medio de ese paisaje de nieve infinita de los Alpes y la ropa de él, gris y desprolija, un poco a lo Columbo pero con señales mezcladas con algo de clase ¿alta? ¿que fue alta alguna vez?). Para mí, en cambio, a la historia le falta un poco de apunte social, todo es sobre la locura y la crueldad humanas de un individuo (típica del “asesino serial”). En ese sentido, me hace (todavía no la terminamos) acordar mucho a The Fall, la estadounidense, que en su momento me dio la misma sensación de placer al verla (el suspenso me gusta, los razonamientos también y las vueltas de tuerca) y de miedo, cosa que no disfruto (los momentos de mucha crueldad, insinuada sobre todo, y de “miedo”, me hacen desear dejarlo, a veces, no miro del todo, siempre dije que soy cobarde). En general, muy buena serie, sin la excelencia de algunas que no son solo retratos individuales sino algo más. 



 Der Pass (fin de primera temporada).  No sé por qué sigue porque la historia de la Primera temporada ya terminó. El final me gustó muchísimo: se desata en ese final algo que podría llamarse “scène à faire”, escena que debe hacerse, no solo sobre el peligro que corre uno de los dos protagonistas sino también sobre la relación entre ellos. La primera parte de lo que acabo de decir me interesaba poco y me asustaba verla porque aunque era obvio que íbamos hacia ahí (para mí fue obvio antes de que lo fuera a nivel del argumento: yo realmente lo supe un tiempo antes, por leyes de la narración), la tensión era extrema, tanto que ya no me era fácil verla (así soy). La segunda, la de la relación entre ellos, me pareció de una dulzura increíble y necesaria, el tipo de escena que después yo recuerdo durante años (como recito para dormirme una de Por siempre, Cenicienta, una película intrascendente que, por esa escena, vi mil veces). 

Pero además de eso…, veamos: como en tantas, tantas películas y series europeas, hay algo ideológico en el sentido más elemental de la palabra, el de las “ideas”, contra lo cual estoy totalmente en contra: el odio al bosque, la idea de que el bosque es un lugar terrible (de ahí –acabo de leerlo en un artículo en el diario, un excelente artículo— viene “emboscada”), la naturaleza es espantosa y quienes la defienden son… locos, violentos, etc., etc. Todo eso contra lo que hablan los pueblos originarios de América y África. Esa parte, no. No la comparto en absoluto. 

Lo segundo es cómo se repite (The Fall es un buen ejemplo pero hay cientos de películas así, incluyendo El cuento de la criada, la serie después de la primera temporada) la victimización de las mujeres…, aunque acá por lo menos hay una que se defiende y se empecina. Los asesinos seriales matan hombres pero se las toman sobre todo contra las mujeres. Eso duele y me cuesta mucho verlo. Veremos cómo sigue la segunda temporada…, ya con otros protagonistas, supongo. 


No hay comentarios: