30 de julio de 2025

 

Untamed. (Netflix). Ayer terminamos Untamed, una miniserie policial que transcurre sobre todo en el Parque Yosemite (un lugar al fui durante un día breve y maravilloso un año que fui a un congreso de literatura en los EEUU). Era verano  pero yo me morí de frío, igual que mi amiga brasileña. Eso ya, me fascinaba: que no fuera un policial urbano (como son la mayoría de ellos en estos tiempos). Me gustó mucho…, tal vez excepto la última vuelta de tuerca que encontré un poquito artificial y difícil de creer, pero el resto, incluyendo diversos culpables y los secretos terribles de algunos personajes principales, el que hace Eric Bana (al que hacía mucho que no veía) y el de su esposa (Rosemarie DeWitt), me parecieron bien planteados, la revelación bien armada en el momento preciso, y muy conmovedores. Todos los actores, los que ya nombré, Lily Santiago, que es la segunda del personaje de Bana, una guardaparques, y Sam Neill, que es el jefe de los dos, trabajan como los dioses. Les creí todo, incluso en ese final para mí medio tirado de los pelos. La fotografía, los lugares, la amenaza y belleza de la naturaleza (la amenaza es menor que la de los hombres, por cierto), todo eso es una belleza. Y desde la primera escena (que por supuesto cumple esa regla no dicha pero muy vigente de las series de los EEUU, que es empezar muy arriba en cuanto a tensión), cuesta dejar de verla. El rol de los caballos, a mí, que los extraño mucho (dejé de montar hace treinta y pico de años, salvo algún alquiler pero hace muchísimo), me conmovió bastante, igual que el personaje de Bana, claramente el protagonista. Es el tipo de personaje, supongo: me gustan mucho esos personajes maduros (no viejos pero no jóvenes) que necesitan aprender a querer, a aflojarse, ni siquiera el amor de pareja, no, sino a aflojarse y querer a amigos, a compañeros de trabajo. Que necesitan un poquito de humanidad. En ese sentido, los diálogos son perfectos, recuerdo sobre todo uno en el que un personaje secundario (una mujer que vive en comunidad en medio del parque, en carpa), al que él acusa, le dice que la falta de humanidad que él le reprocha, también es algo típico de él. También me gustó mucho cómo todos (menos los turistas, que casi no aparecen) en el parque se conocen y se reconocen, como pasa cuando se vive en un lugar chico, de pocos habitantes. Y son solamente seis capítulos. Como siempre, yo disfruto las series largas pero las miniseries me parecen un formato ideal (aunque cuando se terminan, las extraño).

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