13 de febrero de 2016

Me gustaría contraponer dos imágenes. No como imágenes (no soy de buscar fotos para ponerlas en Facebook, "buscar" en Internet para mí es magia y una magia muy ajena en la mayor parte de los casos), sino en palabras.
La primera es quizás una de las que recuerdo con mayor emoción: el día del Bicentenario en que los presidentes latinoamericanos que amé y sigo recordando con enorme cariño, Chávez, Evo, Correa, Néstor y también Cristina (que no era presidenta todavía) atravesaron la plaza rodeados de mujeres, hombres, chicos, una sonrisa en la cara. En medio de esa multitud.
La segunda es el Hada Buena de María Eugenia Vidal..., que antes de empezar a gobernar se va a vivir a una ¡¡¡base militar!!! Eso es "a confesión de parte...", creo yo, digo, de lo que va a hacer con la provincia en la que yo vivo. Y demostración de lo que puede hacer la hegemonía tal como la describe Gramsci..., sí, operaciones de prensa para que votemos contra nuestros propios intereses.

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