27 de junio de 2016

Dice M. A. Macedo

Los que volvieron,
de Márgara Averbach,
publicado por PRH,
bajo el sello Sudamericana Joven Novela

De lectura muy recomendada:
Polifonía puesta al servicio de lo silenciado, de aquello que se intentó olvidar, desconocer, lo innombrable.

La historia de la represión vuelve a través de múltiples voces que buscan los nombres de dos NN enterrados en el cementerio de un pueblo.

Una novela en la que el silencio se hace presente y ocupa su espacio, aun en medio de todas las voces que reconstruyen la historia. Se trata de un silencio rítmico, en medio de un tono poético, un silencio que se multiplica.

Márgara Averbach parte de un hecho real - los alumnos de una escuela santafecina y una investigación que luego permitió establecer la identidad de dos jóvenes militantes sepultados en el cementerio de la ciudad- pero Márgara ficcionaliza, crea una historia a partir de la historia y los personajes como tales tienen una vida propia y avanzan en su propio relato.

Esta polifonía que propone la autora tiene un rasgo muy distintivo: la inclusión de las voces de "Los que se perdieron". Ellos buscan, ellos no descansan, ellos dicen, hablan, susurran, esperan: "Nuestros nombres perdidos ronronean, lejos, donde los dejaron. El camino hasta ellos es muy largo termina allá, en el mundo del que nos sacaron a la fuerza, ese mundo que dejamos antes de la zanja. Es un camino con más de dos puntas. Un camino que no podemos andar a solas"
...
"Las ausencias nunca se hacen costumbre."

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