Escribo desde primer grado, cuando aprendí a escribir. Desde siempre. Escribir no es publicar, claro, pero sí escribo desde siempre. Cuando me preguntan por qué, hablo de dos cosas: la forma en que mi vieja leía en los viajes, en voz alta y en que esas lecturas hicieron que amara los viajes con toda mi alma, el viaje mismo, antes de llegar, el viaje como momento suspendido entre dos lugares, un momento que inventaba otros, con palabras; y la forma en que sus lecturas me salvaban la vida cuando me dolía el oído, a los 5, 6 años, supongo. La lectura era eso para mí y yo quería hacer lo mismo con palabras. No soy hija de escritores sino de amantes de la ciencia (que yo no quise) pero soy hija de lectores... Y en eso me transformé, con el tiempo: una lectora que escribe. Un saludo cariñoso, lleno de admiración a mis amigos escritores... no los nombro porque me voy a olvidar de alguno y no quiero..., pero ellos, ellas, saben.