11 de julio de 2017

En este momento, en el cable (mientras esperamos el domingo Game of Thrones, nuestra favorita), vemos dos series del norte norte de Europa en..., sí, Europa Europa, lunes y martes. Hay un algo parecido en estas historias, una de Noruega-Suecia, otra de Islandia, que ya sé, es diferente pero hay mucho en común. A mí me interesan, no me entusiasman. Me cuesta mucho entender esa vida en la nieve perpetua, donde se dan dos pasos y uno se pierde en el frío, donde los colores son siempre, todos, grises y grises y negros y blancos y más grises. Lo cierto es que son historias muy, muy complejas de seguir, tal vez porque los nombres son complicados de seguir y no reconocemos las caras, no sé. Son lentas (eso a mí me gusta menos..., siempre), y muy, muy retorcidas en cuanto a historias. Me cuesta mucho seguirlas pero valen la pena. No son para mí como las yanquis, no, (digo, las yanquis buenas) pero sí me gusta mucho que los personajes sean comunes, no muy lindos, no demasiado heroicos o, en todo caso, de un heroísmo relativo y hasta criticable... Una se llama Testigos Oculares y la otra Atrapados...

No hay comentarios: