25 de noviembre de 2017

Suburbicon
Página 12, con sus críticos todos iguales que piensan exactamente igual (salvo alguno de Las 12) le puso un 6. Yo le pondría un 7. Se podría pensar que estamos cerca. Pero no..., porque mis razones son..., digamos, opuestas. Lo cual, empecemos por ahí, prueba que hay que decir desde dónde se mira lo que se critica. Lo dije siempre y lo sigo diciendo (tengo mi libro sobre crítica al respecto: Leer antes). Ellos criticaron que la película fuera una metáfora política (no lo dijeron así pero es eso) para ellos, demasiado evidente. A mí, lo metafórico me encanta. Y no me molesta que sea simple de comprender. Eso estaría muy bien. Me recuerda a la Premio Nóbel Toni Morrison a la que criticaron por "Beloved", esa novela impresionante, porque los personajes no eran personas sino símbolos. Ella dijo: ¿lo único bueno es lo que les gusta a los europeos, los retratos psicológicos? Como sea, la metáfora que hay en Suburbicon, me gusta, y mucho. Y me parece muy inteligente. La persona que hizo la crítica en Las 12, lugar con el que muchas veces estoy más de acuerdo, criticó que los negros que aparecen no estuvieran desarrollados. No estoy de acuerdo: Clooney (el director) y los Coen (guionistas) no están pintando el drama negro con respecto a la vivienda. Para nada: están criticando el sueño americano blanco, WASP. Así que eso tampoco me molestó.
Ahora: mi crítica va por otro lado. A la película le falta tensión, fuerza, interés. Hasta que el punto de vista se centra bien en el chico, es... lenta en el mal sentido, poco interesante. Al final, se vuelve bien tensa y mejora muchísimo.
Me encantó el uso que se hace de la cita a las películas de suspenso del tiempo que retrata (principios de los 60) y la música que se usaba y el punto de vista. Los detalles, impresionantes: el nenito que juega a los cowboys en el frente del súper que se negó a venderle a la negra; la pecera con el aire que sale de un cofre en el fondo mientras Matt Damon habla por teléfono, los anteojos y la ceguera como símbolo. Todo eso, maravilloso. Igual, me alegro de haberla visto. No me voló la cabeza, eso no.

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