4 de julio de 2018

Bueno, con pena en el alma (como en Atahualpa) lo digo: me jubilé. No quería, a esto me obligó este gobierno de m... Apenas ganaron, supe que aunque yo hubiera querido quedarme por lo menos cinco años más, más si es posible, no tenía más remedio que intentar la jubilación ahora. Y salió rápido..., demasiado rápido para mi gusto. Así que..., bueno, con la esperanza secreta de que me dejen terminar las notas de los cursos que terminaban ahora... (eso depende de las instituciones, no de mí), llena de horror frente a los trámites que se vienen..., asustadísima con todo lo que viene (yo quiero seguir dando clase..., me es muy necesario), soy jubilada. Creo que nunca creí que me llegara tan rápido aunque hace ya 33 años que doy clase, 33 de antiguedad, quiero decir. Voy a extrañar.

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