21 de noviembre de 2020

Ayer, por fin (me llevó mucho tiempo porque me está costando quedarme despierta hasta las 12, lo cual es un peligro: si me duermo antes, me despierto a las 5 y no puedo volver a dormirme y eso es un desastre), terminé "We Are Who We Are". Todo en esa serie me pareció magistral, incluso el contraste de fondo. Que todo dé la impresión de chiquito, de solamente psicológico, de historia de iniciación adolescente y al final, en los ocho capítulos cuando una los ve hasta el final, todo esté lleno de reflexiones (sin palabras) sobre la sociedad, sobre los mandatos absurdos, sobre las relaciones entre madres/padres e hijos/hijas, y sobre política internacional, sobre la forma en que se portan los Estados Unidos en el mundo, sobre el choque de culturas, sobre la falta de futuro para los jóvenes de este mundo (todos), sobre la guerra. Hasta sobre las buenas intenciones de los padres que indefectiblemente causan heridas y la relación con la naturaleza. La disfruté y la sufrí muchísimo, las dos cosas al mismo tiempo..., porque (sobre todo en dos capítulos específicos) es una serie desesperada sobre la falta de salida, la falta de magia, el encierro, la angustia. Todo en un tono más o menos bajo, y lo contrario: la búsqueda de los que crecen por encontrarle sentido a la vida. El final es esplendoroso. La magia que no existía estalla en una última noche y tiene una contundencia, una belleza visual impresionantes, ambas apoyadas sobre un uso inteligente, original, diferente, de los clichés de la comedia romántica (uno de mis géneros favoritos, aclaro): la soledad, la pérdida del otro/a, el reencuentro; la comprensión de la profundidad de la relación. "El lugar más hermoso del mundo", dice uno de los guías del protagonista en esa noche..., y la frase debería, podría ser el título de la serie. El mismo impacto tiene  el secreto que el muchacho le confiesa a la protagonista un rato antes. Como siempre que hablo de series y me acuerdo de las opiniones de quienes están en mis antípodas del gusto, eso fue para mí. Hay gustos. Desde mi punto de vista, en un año en que vi muchísimo (pandemia y falta de cine de por medio), una de las series del año junto con Mrs. America y alguna otra que debo tener anotada en mi larga lista. 

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