23 de noviembre de 2020

 Ya la terminamos pero ya dije lo que más me gustó de "To the Lake", la serie rusa que tiene una única temporada en Netflix. Me gustaría agregar una cosa más: qué ruso es el drama al mango, las escenas desgarradas, ese partirse en dos, el peso del invierno y la mala suerte (y la buena, claro, en esta serie hay momentos de pura lotería que salvan a los protagonistas), qué rusas son esas historias terribles de un pasado que sigue pesando en un presente lejano en el que, tal vez, de no ser por la peste que corre por las estepas, sería mejor. Además de lo gore, y la intensa violencia y el suspenso tendido como un cable de acero (todo eso que yo tolero hasta cierto punto, después no), está esa dimensión muy presente. Y el frío..., eso que para mí es directamente terrible. Hay un personaje femenino no agradable que se queja del frío y, en ese momento, yo la entiendo..., la entiendo en el alma. Creo que si me pasara eso a mí (una noche en un aire que te mata de frío), me dejaría ir para que terminara más rápido... El capítulo del pueblo que se rebela sigue siendo el mejor, lejos. 

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